La ex internacional galesa Rebecca Rowe pudo reemplazar la adrenalina de jugar los fines de semana.

Junto a colegas bomberos está entrenándose  para una dura expedición que la verá cruzar sobre esquíes de costa a costa de la Antártida en noviembre de 2023.

Junto a las Antarctic Fire Angels cubrirán 1.900 kilómetros, cargando 85 kilos de víveres en trineos, con temperaturas que llegan a los -50 grados farenheit y con vientos de 60 millas por hora.

La motivación es también juntar dinero para distintas caridades, incluyendo la Harlequins Foundation.

Rowe jugaba para Harlequins cuando una serie lesión de rodilla forzó su retiro después de Rugby World Cup 2017; desde entonces apoya esa caridad.

“Cuando jugaba para Quins, daba charlas, iba a colegios y ayudaba en sesiones de entrenamientos para ellos, así que las conocía bien," dijo.

"Mientras elegíamos las caridades, le conté a las chicas sobre la fundación y no dudamos en elegirlas porque sus dos principales objetivos son inspirar y promover a que mujeres y niñas tengan un estilo de vida sano, intentando hacer el rugby más accesible y que tengan un recorrido para llegar al primer equipo si esa es su ambición."

“Buscamos inspirar mujeres y niñas con nuestro viaje, mostrarles que nada que quiera hacer es imposible."

"Además, queremos empujar la salud mental; nuestra expedición hablará sobre esas cosas y que está bien no estar bien."

“Promoveremos todo lo que representa la caridad."

Llenando el vacío

Al hablar con World Rugby, Rowe acababa de regresar un entrenamiento de rescate; bomber en Paddington, Londres, también remó en un Campeonato Mundial, siempre empujando sus límites.

“Después del rugby, tuve que llenar un vacío en mi vida," admite.

“Estar en los bomberos es un desafío y cada vez que suena la alarma siente adrenalina. Como no sentirla también con la oportunidad de cruzar Antártida?"

“El COVID frenó nuestra preparación específica para la expedición, pero ya estamos trabajando a full."

"Fuimos a Suecia, iremos a Noruega en enero y luego nuevamente a Suecia en marzo para prepararnos en clima frío. Amo el desafío; me encanta empujándome y ver qué puedo lograr."

En la sangre

Rowe nadó para Gales como adolescente, fue doble campeón mundial de salvataje en las olas y remó para Gran Bretaña junto con la reconocida olímpica Katy Grainger; su verdadera pasión deportiva fue el rugby y espera que mas chicas pueda jugarlo.

“Creciendo en Gales, el rugby está en la sangre, aunque no tuvo la posibilidad de jugarlo como joven - solo contra varones en el patio del colegio - Gavin Henson estaba un año debajo del mío," dijo.

“Recién pude empezar a jugar a los 29, cuando me mudé a Londres. Hubiera querido empezar antes, además de porque es un deporte brillante por todo lo que representa - la sensación de familia que se consigue en un club, las amistades para toda la vida que se forman y la camaradería que hay con los otros equipo."

“Competí en varios deportes diferentes durante los años y el rugby es uno de los que se puede jugar en equipo, ser archi-enemigos en el campo de juego pero al terminar el partido, te abrazas y saludas a tu rival y hablar sobre el partido. Eso sucede en todos los niveles."

Rowe comenzó en London Welsh, desde donde ganó sus primeros 19 caps con Gales, luego jugó un año con Richmond antes de sumarse a Harlequins.

“Jugar para Gales fue enorme para mí y una sorpresa ya que no era algo que había hecho antes," dijo Rowe, de 40 años.

“Cada día que estuve en el equipo, jugando y entrenando con mis compañeras, poder decir que jugaba para Gales fue sorprendente, casi un sueño. Amé cada segundo de mi tiempo con el equipo."

“Jugar un Mundial fue una gran experiencia contra equipos como Nueva Zelanda y Canadá; en el rugby femenino no se suele jugar seguido contra equipos de ese nivel, así que fue una experiencia fabulosa."

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