De cara al partido final de la temporada regular, el equipo que participa del Réseau du sport étudiant du Québec (RSEQ) y que dirige Jennifer Boyd en la University of Ottawa, está listo.

Las Gee-Gees tienen casi asegurada la semifinal en casa, buscando su séptimo título consecutivo en la conferencia, y de llegar a la final del RSEQ, también competirá por su segundo título nacional.

Boyd las condujo al primer título del U Sports en 2017, el primer año en que se convirtió en la primera entrenadora profesional en Canadá.

Tras ver como la temporada 2020 se eliminaba por la pandemia del COVID-19, Boyd insiste que está feliz de ver a su equipo nuevamente en acción.

“Estamos agradecidas de volver a jugar," le dijo Boyd a World Rugby.

“No jugamos en 18 meses; tuvimos algunas prácticas cuando nos permitían. Pero hubo mucho encierro."

"Ha sido un duro camino y hubo que ser creativa para que las jugadoras siguieran desarrollándose y creciendo, además de seguir felices y sanas."

"Fue realmente difícil para las atletas y estudiantes en la universidad."

A subirse al tren

Boyd, que jugó internacionalmente para Canadá, era maestra antes de convertirse en entrenadora full-time, pudiendo compartir su experiencia a jóvenes jugadoras, algo de importancia para ella.

Si bien ha sido muy exitosa desde que es la head coach de las Gee-Gees tras su llegada en 2013, Boyd dijo que el desarrollo de sus jugadoras como personas es tan importante como los resultados en el campo de juego.

"El desarrollo holístico del atleta, sea a nivel de clubes o seleccionado nacional," dijo al consultársele por su filosofía como entrenadora.

“Es más que el rugby, es el todo. Lo que puede dar, lo que dejan como legado. Son las cosas que hablamos con las chicas."

"Nos empujan valores centrales y queremos tener líderes del cambio. El mundo ha cambiado desde 2020 y quiero estar rodeada de mujeres que quieren subirse a ese tren."

Siendo profesional a tiempo completo desde hace cuatro años, Boyd a podido dedicarle más tiempo a las jugadoras fuera del campo de juego, algo clave en su éxito.

“Paso mucho tiempo fuera del campo de juego con temas de desarrollo del liderazgo y educación de la personalidad," dijo.

"Tenemos un programa educativo de desarrollo del liderazgo, un programa de mentores para todas las atletas con diferentes mujeres de la comunidad." 

"En la universidad trabajamos sobre la justicia social, hablando sobre comunicación y ser buenas compañeras, buenas estudiantes y buenos seres humanos. Todo ese tiempo luego se traslada al terreno de juego."

"La cultura de equipo es lo principal; sin ella no se pueden sostener los triunfos y nosotros lo hacemos."

“El deporte más inclusivo del mundo”

La filosofía de Boyd funciona al ver los títulos en el RSEQ y U Sports, las chicas que se hicieron internacionales canadienses, Brianna Miller entre ellas, y la tasa de retención de las Gee-Gees’.

De las campeonas de 2019, solo dos jugadoras dejaron el equipo para el comienzo de 2021, una de las cuales hoy es entrenadora.

Boyd dice que su equipo "representa lo que era como jugadora." La pandemia le sirvió para desarrollarse personalmente dentro y fuera del campo de juego.

La World Rugby Virtual High Performance Academy, del año pasado, le dio la posibilidad de aprender de entrenadores de elite como Eddie Jones, Steve Borthwick y Scott Wisemantel.

“Fue una experiencia increíble, sabiendo que a todos nos pasa lo mismo, sin importar donde estés. Fue fabuloso intercambiar historias y construir relaciones al recibir buenos consejos. También la oportunidad de aportar algo."

“Fue una gran experiencia."

Hacia el futuro, Boyd sólo está concentrada en ser la mejor entrenadora que pueda ser, aunque también tiene la ambición de ayudar a niños y niñas que sufrieron con la educación tradicional.

Boyd imagina una escuela secundaria virtual que utiliza la música y el deporte para educar a jóvenes de entre 15 y 18 de bajos recursos.

“Ahí es donde mi experiencia como educadora sirve mucho," explica.

"La gente que atraje en el último año y medio deben usar un lente distinto al mío; es interesante ver lo que juntas podemos conseguir y lograr."

Su sueño es que el rugby tenga un rol en la vida académica.

"Es un deporte en el no te puedes esconder, que muestra quien eres como persona," dice Boyd. "Algunos de los y las mejores jugadores de rugby del mundo son grandes personas también."

"La cultura del rugby es muy inclusiva...creo que es el deporte más inclusive del mundo - tamaño, raza, género, orientación sexual - todos son bienvenidos al rugby y eso es lo que amo."

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