Increíbles partidos frente a ruidosos simpatizantes fueron la marca de la competencia de Rugby sobre Silla de Ruedas en los Juegos Paralímpicos de Río 2016.

Ocho equipos mixtos compitieron durante cuatro días en medio de una cacofonía en un repleto Arena Carioca con 12 mil espectadores que disfrutaron un deporte que cumplió con todas las expectativas.

Las finales pueden ser a veces decepcionantes, la enormidad del evento llegando a los jugadores. No fue así en la final por el oro entre el campeón defensor Australia y la otra potencia del rugby en silla de ruedas, Estados Unidos.

Desde el momento que Chuck Aoki cruzó la línea para el primer try de los americanos, Australia sabía que no sería un partido sencillo.

Lo que siguió fue un partido épico entre los dos equipos invictos al momento, de ida y vuelta.

Al finalizar el tiempo regular, los equipos estaban empatados en 49-49, tras el try del energético Josh Brewer al recibir el pase de Aoki.

Los espectadores recibieron así tres minutos extra de acción, de la mejor acción posible del rugby sobre silla de ruedas.

Como con cualquier deporte, los grandes deportistas aparecen en los grandes momentos y allí, Ryley Batt, la mayor estrella del rugby sobre sillas de ruedas, anotó el try que le dio el triunfo a su país con un minuto y tres segundos por jugar.

El try número 27 de la final dejó el marcador 59-58 aunque el tiempo le permitió a Estados Unidos un último ataque.

Pareció que Josh Wheeler había anotado en el cierre del partido, pero el try que hubiera generado un nuevo empate no valió ya que su silla estaba fuera del campo de juego.

Australia retuvo la posesión y fue Batt quien tenía la posesión cuando llegó el silbato final y comenzaron las celebraciones.

Anfitrión competitivo

Si bien Australia se convirtió en el primer equipo en obtener dos títulos olímpicos consecutivos y se llevó los aplausos en Río, el nivel general de juego fue excepcional de principio a fin.

Poco conocidos hasta el momento en los círculos de rugby en silla de ruedas, Brasil demostró ser un tema competitivo que mejoró con el correr de los minutos en el campo de juego.

Habiendo perdido ante Canadá, Gran Bretaña y el campeón defensor Australia en la fase de grupos, Brasil estuvo cerca de derrotar a Francia por el play-off del séptimo lugar, cayendo ajustadamente 59-54.

En Julio Braz, el equipo en el décimo lugar del ranking, también descubrió uno de las nuevas estrellas del deporte.

Para Braz, jugar frente a sus apasionados seguidores locales, en lo que fue claramente el mejor momento de su carrera en el deporte.

“Ciertamente, tuvo un impacto positivo; me pudieron ver por primera vez practicando mi deporte familiares y amigos, y eso comenzó algo muy positivo," dijo.

“Fue un verdadero privilegio jugar en la mayor y más importante competencia y que sea en mi país."

Por el bronce, Japón le negó a Canadá el acceso al podio con su triunfo 52-50. Fue la primera vez desde Sydney 2000 que Canadá no terminó entre los tres mejores.

Esta fue la primera medalla olímpica en rugby en silla de ruedas para Japón y otro mojón en unos fabulosos doce meses para el rugby japonés que incluyó el triunfo de su seleccionado ante Sudáfrica en Rugby World Cup 2015 y el del seven ante los All Blacks Sevens también en Río.

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