Los varones y mujeres neozelandesas mostraron su nivel en el pasado fin de semana al prepararse de cara a los Juegos Olímpicos con triunfos en la Trans-Tasman Sevens ante Australia.

Disputado durante tres jornadas en Auckland, el torneo ofreció para los cuatro equipos el regreso a la competencia internacional en más de 400 días.

A pesar del descanso obligado por la pandemia, los anfitriones dejaron en claro su ambición de obtener una medalla de oro en Tokio en dos meses.

Los All Blacks Sevens, quintos en Río 2016, ganaron sus seis encuentros con Australia, terminando con triunfos 36-5 y 31-14 el domingo.

Australia, ganadora del oro femenino en Brasil, sufrieron ante el dominio de las Black Ferns, ganadoras de cinco de los seis encuentros.

La estrella Kiwi star Portia Woodman, en su primer torneo internacional desde noviembre de 2018, apoyó tres tries en el primer encuentro femenino del domingo, ganado 33 a 12, remarcando su superioridad finalizando con un 24-12.

El torneo fue armado para replicar las condiciones olímpicas con dos partidos diarios. Los partidos del viernes y domingo se jugaron en el Grammar TEC RFC, mientras que el sábado se jugó alrededor del triunfo de los Blues ante los NSW Waratahs en el Eden Park como parte del Super Rugby Trans-Tasman

Fue el primer torneo internacional para australianos y neozelandeses desde el temprano corte del HSBC World Rugby Sevens Series 2020

“Fue fabuloso volver a jugar, pasó mucho tiempo," le dijo el coach de los All Blacks Sevens Clark Laidlaw a Sky Sport. 

“Nos encantó el fin de semana; fue muy valioso dentro y fuera del campo de juego y nos dio el tiempo de pensar en nuestro juego. Nos costó el tipo de ataque que nos plantearon; le gusta alejar el balón y no disputar los puntos de encuentro." 

“Nos pusieron a prueba; nuestros jugadores experimentados vieron a la próxima generación en acción, la que nos va a empujar el próximo par de años."

Regresa Woodman

El torneo ofreció a todos los entrenadores la oportunidad de evaluar la profundidad de sus escuadras al finalizar sus planes para Tokio.

Para los entrenadores de las Black Ferns Allan Bunting y Cory Sweeney fue la oportunidad de ver a Woodman nuevamente en acción.

“Fue fabuloso volver a jugar," dijo Woodman, que jugó por última vez en Glendale hace dos años y medio.

“Las lesiones me dieron más ganas después de unos tres años fuera del rugby. Estoy en un mejor lugar mental y físico, más fuerte que nunca."

Las australianas no pudieron emular lo hecho en Río, aunque para el coach John Manenti, hubo cosas positivas en su camino a Japón.

“Volver a jugar fue muy bueno y si bien fue lejos de perfecto, nos da una idea sobre lo que hay que trabajar en las próximas semanas," dijo.

“Dominamos de a rato en cada partido, pero no lo pudimos mantener."

“La disciplina nos lastimó, los errores no forzados hay que arreglar de cara a la próxima acción en algunas semanas."

Tim Walsh, el entrenador del equipo masculino, también agradeció la oportunidad de probarse con uno de los mejores plantes del mundo. 

“Nos gusta jugar con Nueva Zelanda; venir aquí a jugar fue invaluable."

“El torneo se organizó muy bien; sacamos mucho y los jugadores aprendieron a volver al ritmo de día de torneo."

“La naturaleza del seven depende de momentos, que marcan el triunfo o la derrota; usaremos las lecciones para seguir preparándonos para ganar.:

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