Rasika Thilangani Warakagoda no había jugado rugby cuando se le ofreció el cargo de manager del equipo femenino de seven de Sri Lanka en 2010.

Gran deportista en su juventud - compitió en atletismo, cestobol, tenis de mesa y cricket. El rugby nunca fue una opción.

Cuando se conformó el equipo nacional de sevens con miembros de las tres fuerzas armadas, se consideró que como manager debía ir alguien de las fuerzas que entendiera las necesidades de las jugadoras.

Miembro de la Fuerza Aérea de Sri Lanka desde 1994, se consideró, correctamente, que Warakagoda sería una buena manager.

"Consideraron que una mujer de la Fuerza Aérea haría un mejor trabajo que una civil," le contó a World Rugby.

El primer torneo para Warakagoda fue en Pune, India, en el que se encargó de que las jugadoras "estuvieran contentas."

A pesar de su desconocimiento del juego, rápidamente se convirtió en la figura maternal del plantel. "Si había algún problema, me llamaban y pedían ayuda," agregó Warakagoda.

Apoyando el rugby femenino

Warakagoda dejó el equipo nacional en 2014 al dejar la fuerza tras dos décadas de servicio. No obstante, siguió conectada con el rugby como miembro del Consejo Directivo de la Sri Lanka Rugby (SLR).

Desde entonces, sigue trabajando en pos del rugby femenino en Sri Lanka, lanzando el primer club femenino fuera de las fuerzas armadas, ayudando también en el crecimiento de la cantidad de jugadoras en el país.

Sri Lanka fue uno de 22 países asiáticos en participar del programa Impact Beyond en la previa de Rugby World Cup 2019, ayudando a inspirar a 2,25 millones de nuevos participantes en el continente. 

Según Warakagoda, más de 1.500 niñas jugaban rugby antes de la pandemia del COVID-19. Pudo usar sus contactos para que las mujeres siguieran involucradas con los programas de la SLR, encontrándoles trabajos con las Fuerzas al dejar el colegio.

“Siempre intento dar mi total apoyo para desarrollar el rugby femenino," dijo Warakagoda.

“Desarrollé un programa provincial para el rugby femenino. Nominamos los entrenadores y ofrecemos todos los temas de bienestar. Proveemos a los colegios con items deportivos, pelotas y otras cosas, y programas de preparación."

Agregó: “Para quienes terminan sus estudios, les consigo oportunidades laborales en el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. Juegan para esas fuerzas y además pueden tener un empleo."

“Como miembro del Consejo, tengo muchos contactos lo que me da la posibilidad de ayudar con empleos."

‘Todo ha cambiado’

A partir del deseo de Warakagoda de ser mejor dirigente y poder tomar mayores responsabilidades, recibió la Beca de Liderazgo Ejecutivo Femenino de Worled Rugby en 2020.

Debido a la pandemia, no pudo completar el entrenamiento de liderazgo que planeaba hacer, pero ser parte de la beca le ha permitido incrementar su red de contactos en Asia y el resto del mundo.

Warakagoda espera poder aplicar en Sri Lanka lo que aprendió en los programas, incrementando la cantidad de entrenadoras y referís mujeres.

El COVID-19 también impactó en el progreso del rugby femenino en su país, al prohibirse los deportes de contacto en Sri Lanka por mucho del 2020 debido a la pandemia.

SLR y Warakagoda pudieron distribuir cursos de entrenamiento para jugadores, con un entrenador designado en cada provincia. No obstante, en algunas zonas, ha sido difícil llevar adelante estos programas por la falta de acceso a las computadoras en los niños.

Warakagoda, cuyo hijo ahora juega rugby, sigue optimista de que el rugby femenino pueda seguir creciendo en Sri Lanka.

“En mi niñez, no había rugby femenino en Sri Lanka, no era conocido," dijo.

“Pasaron más de 10 años y eso cambió totalmente. Las mujeres y niñas les gusta jugar al rugby y ahora los padres les permiten juntarse con los niños para jugar."

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