Whitney Hansen jugó por última vez para University of Canterbury en 2018, decidida a colgar sus botas en el cierre de la anterior temporada cuando notó que le generaba más placer la planificación del juego de forwards y las formaciones fijas que jugar.
Ya había jugado como octavo y primera línea más de 100 veces para la University of Canterbury, habiendo también representado a Canterbury en la Farah Palmer Cup; necesitaba un nuevo desafío.
“Llegó a un punto en que note que tenía más pasión por como funcionaba el rugby más que ejecutarlo," dijo.
“Nuestro club había ganado tres años seguidos y sentí que era el momento correcto."
Gracias a la dedicación de entrenadores de forwards en su club, Hansen se interesó por los aspectos tácticos y técnicos del juego, comenzando su camino en el coaching con su club; rápidamente fue reclutada por Canterbury para trabajar con el equipo femenino M18.
Desde entonces, Hansen integró el cuerpo técnico de las Black Ferns Development XV en el Oceania Rugby Women’s Championship 2019, y las New Zealand Barbarians.
También fue asistente del entrenador de Canterbury en la Farah Palmer Cup de este año y es una de dos entrenadoras enroladas actualmente en el programa de Alto Rendimiento en su país, Te Hāpaitanga.
“Con las mujeres de Canterbury soy la entrenadora de forwards y formaciones fijas," agregó Hansen. "Ahí está mi pasión por el momento, aunque me gustan todas las áreas del juego."
Comenzamos a hablar sobre un ataque o el sistema defensivo y también me encanta. Pero, al momento, intento especializarme en formaciones fijas."
‘Oportunidad increíble’
Hansen, 33, tendrá muchas oportunidades para trabajar sobre estas habilidades en los próximos meses al anunciarse que se unirá a las Black Ferns como parte del Programa de Pasantías de Coaching de Rugby World Cup 2021, trabajando con Glenn Moore y su cuerpo técnico en el camino a RWC 2021, dividiendo su tiempo entre el coaching en el campo de juego y el análisis.
“Feliz es la primera palabra que me sale decir," describió sus emociones al haber sido aceptada en el programa.
“World Rugby y New Zealand Rugby me han dado una oportunidad increíble que realmente tengo ganas de aprovechar. No será sólo ser parte de una campaña mundialista, pero la preparación y la reflexión posterior."
Hansen deberá acomodar sus compromisos con las Blacks Ferns con su trabajo diario como maestra de colegio primario.
Tiene el apoyo de su institución y su director, que le darán el tiempo libre que requiera para lograr sus ambiciones como entrenadora. Trabajar en las aulas le ha permitido ver el crecimiento del rugby femenino de primera mano.
Respecto al interés creciente en el Mundial del año próximo, Hansen dice que "claramente, será enorme para el rugby femenino aquí, una gran ventana para mostrarlo."
"En Nueva Zelanda mejoramos año a año. He visto grandes cambios desde que iba a la escuela. Entonces, las chicas que jugaban rugby en los recreos soñaban con ser All Blacks; hoy mis alumnas sueñan con ser Black Ferns y ven un futuro como jugadoras de rugby."
"Se sigue mucho el rugby femenino y creo que está creciendo en forma exponencial."
Ambiciones
Hansen cree que sería "enorme" para Nueva Zelanda poder defender el título que obtuvieron en 2017 frente a familiares y amigos.
Está feliz de ser parte de ese proceso. "Esta oportunidad que surgió solo podía soñarla," dijo.
“Es el evento pináculo, algo para lo que las chicas y los entrenadores han estado trabajando por hasta cuatro años. Será especial ser parte de esto."
Para alguien como Hansen, que ha logrado mucho desde que comenzó a entrenar en 2017, cuales son sus ambiciones a largo plazo?
"Me encantaría entrenar un equipo neozelandés algún día," dijo.
"Soy relativamente joven en el área de coaching, y es realmente importante para mi que asegure los roles que tengo por el momento."
“Por eso, trabajo muy duro con Canterbury en las formaciones fijas y haré lo mismo con las oportunidades que vayan surgiendo."
Fotos: New Zealand Rugby