Warren Abrahams y Rachel Taylor fueron presentados como parte del nuevo e innovador grupo de entrenadores de Gales, buscando inspirar a futuras generaciones de jugadoras tanto dentro como fuera del campo de juego.

Abrahams será el primer entrenador de color de un equipo nacional galés mientras que la ex capitana Taylor será la primera mujer en recibir un contrato profesional como entrenadora.

Ambos reconocen el valor de sus roles en un creciente rugby femenino aunque Abrahams admite "que es triste que en 2020 sigamos teniendo conversaciones como esta."

“Es una oportunidad para que otros vean que es posible," dijo el nuevo Head Coach. "Siempre creía que si lo ves, lo puedes soñar y puede ser. Es una gran plataforma."

“Quiero ser un modelo a ser pero no solo para la gente de color o las minorías étnicas si no para todos quienes aspiren a grandes cosas."

Recorrido

Abrahams, que se encargará del XV y el Sevens, nació en Kraaifontein, Sudáfrica, y se mudó a Gran Bretaña hace 13 años al no conseguir un contrato como jugador en Western Province.

Sin un trabajo garantizado, viajó al norte y rápidamente consiguió trabajo con una compañía que contrata entrenadores del Hemisferio Sur, trabajando también como maestro en Maidenhead. Abrahams aprovechaba sus veranos para viajar a Otago y seguir formándose como entrenador.

En 2011, tras una lesión en su rodilla estando en Sudáfrica, Abrahams se unió a Harlequins, trabajando con la comunidad cercana al club.

De allí, surgió la posibilidad de entrenar en la Academia del club y desde entonces, Abrahams tuvo varios roles, incluyendo cuatro años con el equipo masculino de sevens de Inglaterra y recientemente como asistente del entrenador del equipo femenino de Estados Unidos.

“Tuve que, lamentablemente, llegar adonde estoy hoy haciendo un largo camino, evitando obstáculos," dijo.

“Lo agradezo por que mi hizo resiliente y espero poder compartir esto con el equipo."

El trabajo que enfrentan Abrahams y Taylor se agrandó al haber quedado junto al anfitrión Nueva Zelanda y Australia en el  Grupo A en Rugby World Cup 2021.

En la previa al sorteo, para Taylor enfrentar a los dos equipos del Hemiferio Sur era un "verdadero privilegio." A diez meses del comienzo del torneo, hay que apurar los tiempos.

Abrahams, que firmó por tres años, quiere darle estabilidad al plantel, dentro de un ámbito competitivo para que siga creciendo y prosperando despues de Nueva Zelanda 2021.

“Constriumos para el futuro," explicó. "Queremos que crezca la participación y que mi equipo represente fielmente a Gales, ser competitivos todos los d´âs."

“Los gales son apasionados naturalmente, apasionados del rugby. Como entrenador quiero alimentar esa pasión y para eso tendremos un ámbito de competencia diaria."

“En definitiva, que las chias sean modelos a seguir para que más chicas quieran jugar rugby."

“Hay dos cosas claves: traer amor a este ámbito, porque si amamos lo que hacemos tendremos pasión y coraje. Ya sabemos que pasa cuando la gente tiene coraje."

“Son ingredientes vitales del programa que tendrán algo muy importante: estabilidad."

“En los últimos años hubo muchos cambios y quiero que mi staff tenga estabilidad, obviamente con Rachel a mi lado."

“Así, podremos maximizar su potencial humano."

'Gran momento' para el rugby galés

Taylor, con un año de contrato como enntrenadora de técnicas individuales, cree que es un 'gran momento' para trabajar en el rugby femenino galés.

“Las jugadoras saben que tienen que hacer para ingresar a este ámbito; hoy las chicas pueden comenzar a jugar a los siete, ocho años y tener aspiraciones de jugar para Gales."

“Es algo que debe enorgullecernos como país; seguimos tratando de hacer y ofrecer más. Es un gran momento."

Taylor probó el referato tras colgar sus botas, "pero no era para mí." Se dedicó al coaching entonces y participó del Women’s Sport Leadership Academy para Entrenadores de Alto Rendimiento y la Academia Virtual de Alto Rendimiento de World Rugby este año.

“Nos permitió hablar, analizar y debatir temas y problemas que enfrentamos," dijo Taylor.

“El nivel de apoyo y las conversaciones son invalorables, algo inusual porque suele haber elementos de rivalidad dentro del coaching."

“Es difícil compartir cosas con alguien que podrás competir en unos meses."

“No sé si el encierro pero creó una oportunidad para compartir mejores prácticas y fue un momento especial.

Abrahams entiende que parte de su trabajo es empoderar a Taylor y ayudarla a desarrollarse dentro del esquema galés. Ella, a su vez, buscará aprender de sus experiencias ya que aspira a ser head coach algún día.

"Ahí es donde quiero que vaya mi carrera," dijo Taylor.

“Utilicé mi tiempo en cuarentena para realmente reflexionar sobre lo que había hecho en mi carrera de coaching, dándome la posibilidad de ver hacia donde quiero que vaya mi futuro."

“Indudablemente, quiero ser head coach internacional."

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