El 30 de noviembre de 2012, Australia se enfrentó a Holanda en Dubai, en el primer partido del HSBC World Rugby Sevens Series.

Australia ganó ese iniciático encuentro 24-12 y desde entonces se han convertido en uno de los equipos más fuertes del circuito. En 2016, con varias jugadoras llegadas desde distintos deportes, derrotaron a Nueva Zelanda para ganar el oro en el regreso a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

La inclusión del seven en los Juegos, junto al éxito del circuito mundial, ayudó a que haya una explosión de interés en el seven femenino.

“Se conocía algunas pocas jugadoras, pero las mujeres no eran muy conocidas," cuenta la comentarista de Sky Sports Rikki Swannell hablando con World Rugby sobre el rugby femenino antes de aquel torneo.

“Una piensa en Tyla Nathan-Wong, que jugó en esa primera temporada, y Sarah Hirini, y hoy son reconocidas en Nueva Zelanda; en la calle saben quienes son.”

Le pedimos a Swannell que elija siete jugadoras que representan el crecimiento del rugby sevens femenino en los siete años y medio desde aquel primer torneo en Dubai.

Ghislaine Landry (Canadá)

Ghislaine está desde el comienzo, desde aquel primer torneo en Dubai en 2012. Es pequeña pero con la pelota en sus manos, siempre tiene tiempo y no entra en pánico. Posee todas las habilidades y un cerebro para el rugby, además de ser una gran líder para Canadá, asumiendo muchas responsabilidades. Es una gran razón del buen desempeño de Canadá como uno de los principales equipos del circuito en forma consistente. Su impacto se puede resumir en el try del triunfo ante Inglaterra en la final del HSBC Kitakyushu Sevens 2019.

Sharni Williams (Australia)

También estuvo en Dubai hace ocho años. Sigue impactando con su juego. Creo que Sharni es una mujer increíble. Admiro su actitud, su liderazgo, su capacidad de asumir responsabilidades. El año pasado, su pueblo en Australia fue golpeado por los incendios forestales y usó su perfil para ayudar. Sus compañeras la siguen en el campo de juego y su larga carrera marca el profesionalismo necesario para tomar las oportunidades.

Alev Kelter (Estados Unidos)

Alev es un muy buen ejemplo de una atleta que se sumó al rugby. Muy buena jugadora de hockey sobre hielo y fútbol, la alentaron a probar el rugby. Y es perfecta para esto, por su dureza y agresividad. Tiene también una actitud muy firme, notable en el tackle. Es una jugadora de tantas habilidades que tiene la confianza para asumir riesgos.

Ellia Green (Australia)

Recuerdo ir a conferencia de prensa de Australia pensando que esta mujer sería una estrella absoluta. Fue la jugadora sobresaliente en el oro olímpico de Río 2016. Es una atleta increíble, con las condiciones de estrella, y supo poder pasar de ser una gran atleta a una gran jugadora de rugby.

Portia Woodman (Nueva Zelanda)

Después de Río, el nivel de exposición, de chicas queriendo jugar sevens y la calidad del deporte creció. En ese contexto, Portia fue clave. Recuerdo haberla entrevistado después la final de Río y todavía tengo su imagen con lágrimas en la cara. Había recibido una tarjeta amarilla y sentía que había decepcionado a su país. Ese dolor lo usó en el campo de juego. Montaña de músculos, con bajo centro de gravedad, tiene una velocidad explosiva. Es una de esas jugadoras que cada vez que agarran el balón generan excitación en las tribunas.

Stacey Fluhler (Nueva Zelanda)

Stacey se sacó las cadenas este año, al haber estado lesionadas Portia y Michaela Blyde en los últimos dos años. Jugadora muy sólida, siempre que saltó al campo desde la banca marcó la diferencia. Es fabulosa en el juego aéreo, brillante en las salidas y tiene un gran campo de paso. Solo tenía que esperar para recibir su oportunidad. El año pasado fue una embajadora de la campaña ‘Try And Stop Us’. Toma ese rol y la posibilidad de ser un modelo a seguir con mucha responsabilidad.

Pam Buisa (Canadá)

Canadá está en posición de comenzar a incorporar la nueva generación. Kayla Moleschi, Brittany Benn, Landry, son más grandes. Buisa es tan agresiva, probablemente un poco cruda aún, pero tiene el potencial de ser una de las caras del futuro del deporte. Muy activa social y políticamente y me encanta que sea una joven con tanta confianza. Creo que eso es lo que hace estrellas de las personas.

Otra joven del futuro es la neozelandesa Jazmin Hotham, que debutó en Sydney. Tiene todas las habilidades y su crecimiento en el rugby ha sido vertiginoso. Ser rugbista profesional es el único trabajo que ha tenido, algo que los varones hasta hace poco solo podían soñar. Es sorprendente cuanto a crecido.