Alex Lambe encaja perfectamente en el referato: ve las cosas en blanco y negro, sigue las reglas y ama el rugby.

Desde que comenzó con el silbato hace nueve años a los 14, este empleado de supermercado nacido en Surrey, Inglaterra, está rápidamente convirtiéndose en una de las estrellas en ascenso de la London Society of Rugby Union Referees, con ambiciones de llegar a la elite.

Además, está dentro del aspecto autista.

No es algo que esconde; muy por el contrario, en su cuenta de Twitter con más de 50 mil seguidores habla sobre el tema del autismo en el rugby.

“Compartí mi diagnóstico con algunos de mis colegas referís de Londres y la reacción general ha sido muy buena," dijo Lambe que fue diagnosticado con la condición por primera vez a los 18 años.

“Creo que varios no sabían que tenía autismo, otros sí. Todos lo tomaron realmente bien. Sobre todo la gente que tiene autismo y ha viste el artículo como algo inspirador, que es lo que buscaba conseguir al compartirlo.

“Es bueno ver que mi página Autismo en el Rugby está logrando atención," agregó. "Eso es lo que quiero. Cuantos más seguidores consiga y más concientización logre, mejor."

“Siento que no hay gran entendimiento del autismo; mucha gente todavía no sabe mucho del tema y no entiendo lo amplio que es el espectro y como puede afectar a la gente como yo. Si la gente me ve y habla conmigo puede que no crean que lo tengan; tengo alto funcionamiento y los signos son menos obvios, pero tengo mis dificultades."

“La gente se pregunta qué es el autismo. Es difícil de explicar porque puede suceder de distintas maneras, sea con dificultades para hablar, torpeza social o sobrecarga sensorial - como que no te gusten los ruidos altos."

Escalando

Pequeño de tamaño, Lambie no tenía tantas ambiciones de jugar rugby debido a la naturaleza de contacto, pero ver a Craig Joubert referear por televisión fue su inspiración para tomar el silbato.

Resultó ser una decisión acertada, con el simpatizante de Esher escalando en la carrera de referí, llegando al Nivel 6.

“El referí debe facilitar y crear un ámbito seguro y de disfrute para los jugadores. La naturaleza blanco y negro del referí - hay sanciones y no se puede discutir con ellos - es, en cierto sentido, perfecta para mí," dice.

El último partido de Lambe antes del aislamiento obligatorio fue por el campeonato M20 de Surrey.

“Fue probablemente el partido de mayor nivel que hice y estar a cargo de un equipo de tres fue una nueva experiencia. Fue un encuentro veloz y físico y una gran experiencia de aprendizaje." Reconoce que "fue, dadas las circunstancias, una buena forma de finalizar la temporada."

Lambe es muy detallista - hecho asociado con el autismo Lambe’s eye for detail – lo que le sirve en su camino en el referato.

“En un reciente partido, penalicé dos veces al mismo jugador por una infracción semejante y en el entretiempo le pude hablar y decir que había hecho mal. Esa capacidad de poder recordar exactamente cada situación fue algo que sorprendió a mi entrenador. Si uno puede recordar bien lo que pasó y relatarlo así, ningún jugador podrá quejarse."

Confianza

Lambe ha podido reflexionar sobre una temporada positiva, aunque truncada.

“Es una sensación rara en el momento no tener rugby. Me ha permitido ver que tuvo una temporada da fantástica y lo que he progresado. Esto ha ayudado a elevar mi nivel de confianza."

Pero sobre todo, Lambe lo que disfrutar es estar participando del deporte que ama.

“Quisiera tener más oportunidades en el Nivel 6, en Londres. No sé si podré ser elevado aún, supongo me enteraré en breve."

“Si no pensara que estoy para disfrutar un nivel superior, pediría que no me asciendan. No quiero estar fuera de mi zona de confort porque eso mataría mi disfrute. Si en ese sentido, hay promoción, entonces fantástico."

Y el objetivo final? “Sería referear en la Premiership o a nivel internacional,” dice. “Lo que no haría nunca es controlar un partido del primer equipo Esher; no estaría bien siendo que soy simpatizante."

Foto: Nick Dawe/Rugby Journal