Es muy ilusionante ir a Nueva Zelanda para jugar una etapa del HSBC World Rugby Sevens Series que, por primera vez, tendrá su torneo oficial femenino. Y es la segunda vez que tendremos una doble serie ya que luego vendrá el Sydney Sevens.

Tras la experiencia de Dubai y Ciudad del Cabo, puedo decir que es muy bonito pasar esas semanas no solo con tu equipo sino con las otras selecciones nacionales.

También cobra una importancia la recuperación después del torneo uno puesto que hay unos días para ajustar los detalles y matices del rendimiento, pero también sobre todo para recuperación no sólo física y energética sino que también en el plano mental y anímico tras una competición, en el caso que no se hayan cumplido los objetivos al 100%

En nuestro caso, Las Leonas estamos en buen camino; no estamos relajadas pero estamos cumpliendo los objetivos de estar entre las sextas y novenas de la tabla, en el medio, intentando estar lejos de la fase descenso y sumar puntos en cada serie.

Entrando en cuartos de final, asegurará la permanencia en el circuito y nos permitirá ir ganando experiencia con las chicas nuevas. Ellas son las que en poco van a permanecer con la camiseta y tratarán de continuar con el legado para la próxima generación.

Tengo la ilusión de volver a NZ ya que se disputa en “casa”, en Hamilton. Jugué las temporadas 2013 y 2014 para la Waikato Rugby Union y poder volver a jugar en el mismo estadio de Waikato y poder reencontrarme con todos aquellos amigos y personas que dejé cuando acabé mi etapa en ese país.

Cambiando el mundo a través del rugby

En el plano personal, este será el primer viaje al extranjero después de pasar las navidades en casa, algo que fue bien bonito, junto a la familia y los amigos.

Si bien es muy reconfortante, la pasas entrenando ya que sigues trabajando duro y cuidándote en cuanto al descanso y la alimentación y nutrición.

Hay días festivos, por supuesto, pero no son vacaciones para un deportista de alto nivel ya que enseguida, al acabar las fiestas, se vuelve a la competición y hay que regenerar el cuerpo y trabajar duro y mantener el estado.

Las fiestas tienen para mí una perspectiva solidaria ya que me gusta ir al área de oncología en el hospital en Madrid, donde están los niños y niñas enfermos de cáncer, pudiendo compartir con ellos mi tiempo y el rugby. Me hace especial ilusión llevarles regalos y compartir con ellos cuando no estoy en competición con la selección con aquellos que quizás lo necesitan.

Con la difusión del video de Rugby Libre por World Rugby en Ciudad del Cabo me dio gran ilusión ya que ayuda a que se difunda y se conozca más mi ONG y cada vez hay más gente se acerca para colaborar, sumar o donar en este proyecto en el que se utiliza el rugby como medio de transformación social.

Cambiar el mundo a través del rugby, como lo pudo hacer Nelson Mandela, creo que es el objetivo, porque si se puede cambiar a una persona se puede cambiar a la sociedad.

Siempre desde una pequeña escala y humilde aportación porque el mundo es muy grande. Granito a granito se pueden generar cambios.

Vengo directamente de jugar el test-match de rugby quince contra Escocia en Almería, en el sur de España, que nos sirve para la preparación a la clasificación a Rugby World Cup que será en septiembre que es nuestro objetivo.

Es un verdadero honor poder compartir ambas disciplinas, siete y quince para poder luchar para dejar la camiseta roja del rugby español lo más alto posible.