La ex pilar de Holanda Sylke Haverkorn está acostumbrada a los obstáculos - sea el estereotipo de género, los desafíos geográficos, o la barrera idiomática - por lo que revitalizar el seleccionado femenino de Holanda es algo que enfrenta con naturalidad.

Nombrada como nueva entrenadora principal en septiembre, Haverkorn llega al rol con un gran experiencia en el rubro aún habiendo dejado de jugar en 2016 debido a una lesión de rodilla.

Es la entrenadora en el Rugbyende Utrechtste Studenten, club en el que ganó cinco títulos consecutivos como jugadora (2012-2106), habiendo también sido entrenadora del equipo masculino en el Rugbyclub Nieuwegein; es también la entrenadora del seven femenino de Turquía, una oportunidad que surgió al haber hecho los cursos de coaching Nivel 3 de World Rugby.

Innovadora

Probablemente, su momento de mayor orgullo a la fecha, es haber sido la primera entrenadora mujer en ganar la Ereklasse, la primera división masculina en Holland, con el RC DIOK Leiden, sobre todo por las críticas que surgieron cuando fue nombrada para entrenar a los forwards.

“En un principio, muchos hombres, viejos socios del club, eran negativos, cuestionando como una mujer podía entrenar varones, pero fuimos campeones y todos, por supuesto, se disculparon," le dice a World Rugby.

"Fue la primera vez en 19 años que ganaron el título. A partir de ahí, Rugby Netherlands me ofreció ser entrenadora principal del equipo nacional, algo que acepté con orgullo."

Nacida y criada en Enschede, en el extremo este de Holanda, recorría dos horas y media para ir a practicar a Amsterdam como jugadora, la jugadora que mas viajaba. Nada comparable con las 22 horas que algunas de las chicas de Turquía viajan para las concentraciones con su equipo nacional.

Sin jugadoras que hablen inglés, Haverkorn logró que Turquía se mantenga en el Rugby Europe’s Women's Sevens Trophy, algo difícil ya que habían ascendido el año anterior.

“Una de las dificultades fue el lenguaje porque no había chicas que hablen inglés; tuve traductor 24-7," explica. "Si el referí daba una indicación, las chicas no entendían y nos tuvimos que acostumbrar a las tarjetas amarillas. Pudimos educarlas y eso ayudó a mejorar las cosas."

Talento

Con mayor cercanía geográfica, Holanda tiene una alta concentración de talento al que Haverkorn quiere aprovechar.

También quiere aprovechar el entusiasmo que generó Rugby World Cup 2019 en su país gracias a la cobertura televisiva abierta.

“Di una clínica a algunos chicos de escuela y todos estaban vestidos con la casaca de Sudáfrica. Como ahora tenemos televisión abierta y muchos habían el Mundial," dijo.

“Cuando comencé a jugar estando en la universidad, eso no era el caso - nadie sabía que era el rugby. Creía que era fútbol americano - todo eso cambió mucho. Los chicos hoy saben las reglas y cada vez son más."

“Hay mucho talento disponible y el 9 de noviembre tuvimos nuestra primera sesión abierta para niñas."

Uno de los objetivos a largo plazo de Haverkorn es sacar lo mejor de todas estas jugadoras, construyendo las bases para el equipo nacional a futuro, incorporando un equipo femenino M18, con la idea de más equipos nacionales juveniles.

Serie histórica

La próxima serie contra Hong Kong será histórica y otra señal de sus deseos - más partidos competitivos para el equipo nacional. Esto se está convirtiendo en realidad gracias al apoyo de Rugby Netherlands.

“Estamos reconstruyendo el equipo; creo que solo quedan dos chicas que fueron compañeras mías. Creo que es importante tener una buena mezcla de edad y experiencia," dijo.

“Hemos entrenado seis sábados consecutivos y estos partidos nos permitirán saber donde estamos, que debemos ajustar y qué cambiar. Necesitamos ver como trabajan las combinaciones y como nuestras jugadoras aguantan la presión de un partido."

Alguna vez potencia del rugby femenino, Holanda está en el puesto 13 del ranking y no juegan en una Rugby World Cup desde 2002.

No obstante, tendrán la oportunidad de cerrar la espera de 19 años para cuando llegue Nueva Zelanda en 2021 si ganan el Rugby Europe Women’s Championship el año próximo.

Misión posible

Para entonces, Haverkorn confía que su equipo estará en posición de desafiar a España por el título y por ende avanzar a la clasificación europea para RWC 2021, torneo que jugarán Irlanda, Italia y Escocia en septiembre.

“Veo muchas posibilidades," dice la siempre positiva Haverkorn. "Lleva tiempo, por supuesto. No se puede cambiar todo en un año o una temporada."

“Si quieres competir contra equipos profesionales como Inglaterra, es difícil, aunque nada es imposible - es el esfuerzo que hagas. Lo sé...jugué en el equipo holandés que derrotó a Francia."

“Si hacemos el esfuerzo y tenemos más partidos internacionales, mejoraremos rápidamente."

“Nuestro objetivo es derrotar a España en el European Championship. Si logramos eso, estaremos en el clasificatorio para Nueva Zelanda. Jugué contra España y se que siempre es un partido muy duro. Ya lo dije: nada es imposible."

Con esa actitud positiva y el entusiasmo que transmite Haverkorn se puede ser optimista. “Amo el rugby, es lo que me empuja," sentencia al pensar en un futuro naranja.