TOKIO, 1° de noviembre – Mientras se prepara para una final de la Rugby World Cup que será un espectáculo realmente global visto por millones de personas, el gran wing de Nueva Zelanda Sir John Kirwan, puede reflejar con una sonrisa acerca de lo lejos que ha llegado el torneo, después de esa húmeda tarde en Auckland en la que él brilló 32 años atrás.

"Era tan discreto que no lo creerías", sonrió al recordar el primer partido de la primera Rugby World Cup en 1987 cuando los All Blacks enfrentaron a Italia en el Eden Park, en el inicio de un evento que fue considerado como algo simplemente un poco curioso. 

"Lo interesante para mi es que fue un viernes por la tarde y había tan solo 13.000 personas en un estadio para 50.000, por lo que no había una gran atmósfera”, recordó Kirwan.

"Algunos muchachos se habrán tomado la tarde libre del trabajo para tener algo de diversión. Nadie posiblemente podría haber imaginado entonces en lo que se convertiría este torneo”.

Sin embargo hubo 15 segundos de magia en ese primer partido del 22 de mayo de 1987 que lanzó la nueva competencia a la conciencia del público y fue conjurada por 'JK', el joven de 22 años de edad que trabajaba en la carnicería de su padre.

Con los All Blacks ya derrotando a los italianos cómodamente, el capitán David Kirk recibió un kick off y dio un pase hacia adentro para Grant Fox. El apertura habilitó al rubio Kirwan dentro de sus propios 22 para embarcarse en una solitaria y maravillosa corrida de 80 metros, en la que eliminó a seis jugadores italianos y siguió adelante hasta marcar el try. Todavía es considerado por muchos, incluso hoy, como uno de los mejores tries de la historia de la Rugby World Cup.

En un instante, con la multitud ahora rugiendo, el torneo había tenido un impulso y las cosas ya nunca volverían a ser como antes para el rugby global. "No me gusta decir que fue mi try el que lo consiguió pero claramente lanzamos la Rugby World Cup ese día", dijo Kirwan. "Nosotros estábamos haciendo cosas nuevas que el rugby no había visto, experimentaciones, contraataques profundos de desde patadas, tratando de modificar el juego”.

"A nadie le importó mucho ese primer partido, pero cuando salíamos del hotel unas semanas más tarde para nuestra final (contra Francia, en la que también marcó un memorable try) teníamos la atención de helicópteros y medios de comunicación de todo el mundo siguiéndonos y muchas personas en las calles. Fue como, 'guau, ¿qué demonios está pasando?' Todo el juego había cambiado”.

 

La obra maestra de JK fue tallada entre los árboles

"En ese momento, yo había estado entrenando con un viejo amigo de rugby league de mi padre, Neil Denton, quien me hizo practicar correr a través de los árboles en un parque en Nueva Zelanda. Se llamaba One Tree Hill (Colina de un árbol) pero en realidad había como 10, todos a unos pocos metros de distancia, y me hizo tratar de esquivarlos a toda velocidad. ¿Pude hacerlo? Al principio no hubo posibilidad alguna. Simplemente me choqué con los árboles, y ellos también tackleaban con bastante fuerza para ser justos”.

"Estaba golpeando en los árboles cuando me lanzaba y fue increíblemente frustrante no poder hacerlo. Me tomó tres meses ganar confianza y otros tres meses para alcanzar un ritmo completo, y para cuando logré marcar ese try, ¡solo veía a los defensores italianos como árboles! Nunca lo he visto desde entonces porque nunca me he sentido cómodo de verme a mí mismo”.

"Pero todavía puedo recordarlo. Un paso en una dirección, luego dos pasos hacia la otra -como los árboles- y recuerdo no disfrutarlo demasiado porque en un punto, cuando pasé por un hueco, no cambié la pelota desde mi mano derecha hacia la izquierda y había un pilar que venía cerrando la cancha en mi dirección tratando de tacklearme. Podría haberme costado ese try. Así soy yo, sin embargo. Es por lo que le digo a la gente que soy un perfeccionista en recuperación”.

El try favorito de Kirwan en la RWC 2019 es otro clásico de los All Blacks

"Hubo algunos muy buenos acá. Me encantó ese de toda la cancha que marcaron los fijianos contra Georgia, terminado por Api Ratuniyarawa, y el brillante en el que los dos wings de Japón que se combinaron para marcar contra Escocia, con Kenki Fukuoka entregándole un off load a Kotaro Matsushima. 

"Pero el mejor debe ser el de TJ Perenara volando en el aire hacia la línea contra Namibia, tras ese escandaloso pase por detrás de su espalda de Brad Weber. Esas son las cosas que me encantan, eso es por lo que miro el juego. No miro los partidos para ver 82 patadas al cajón, incluso aunque como purista del rugby, disfruté ese partido de ajedrez físico de Gales-Sudáfrica".

"Pero me encanta ver jugadores, como en el del try de TJ, bajo el mayor microscopio, en el escenario mayor intentando algo tan audaz para un enorme try individual. Entonces, de alguna manera, hubo una especial de conexión que lleva atrás hacia mi try de algunos años atrás”, finalizó.

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