TOKIO, 31 de octubre - Steve Hansen pidió a los jugadores de Nueva Zelanda que pasen la última "prueba de carácter" y hagan que su país se sienta orgulloso cuando se enfrenten a Gales en la final de bronce, este viernes en el Tokyo Stadium.

Tras la abrumadora derrota del sábado contra Inglaterra, el entrenador Hansen como muchos de sus compatriotas quedó impresionado por la manera honesta, emocional y sorprendentemente abierta con la que su equipo respondió en una semana de búsqueda del alma para una nación de rugby generalmente acostumbrada al éxito.

Ahora Hansen, que dice estar orgulloso por la forma en que el equipo ha respondido, quiere ver a sus dirigidos dar un ejemplo a sus jóvenes compatriotas. "Se trata de reiniciarse y estar seguros de que tendremos una actuación de la que no solo podremos estar orgullosos, sino también todos los neozelandeses alrededor del mundo y todos los fanáticos de los All Blacks", aseguró el entrenador, que dirigirá al equipo en su partido final, para Nueva Zelanda.

"Lo más importante que podemos hacer es jugar al más alto nivel que podamos jugar, entrenar al más alto nivel que puedas entrenar, o ser el mejor entrenador que puedas ser. Al hacerlo mostramos, no solo a nosotros mismos y a nuestros compañeros de equipo, sino también a nuestro país que tenemos el carácter suficiente”, agregó.

"Podemos demostrar que nuestro carácter está probado y que puede resistir, eso es lo más importante que podemos hacer ahora. Ese es el mayor éxito que podemos sacar de este torneo, el mayor éxito que podemos mostrar a los jóvenes en Nueva Zelanda que aspiran a ser All Blacks o aspirantes a cualquier otra cosa. Debes tener carácter", afirmó.

Aaron Smith, el medio scrum de los All Blacks que reveló el jueves que espera jugar otra Copa del Mundo a los 34 años, dijo que el 'botón de reinicio' de Hansen fue apretado en el momento en que los jugadores se juntaron atravesar la dolorosa derrota contra Inglaterra.

"El entrenador nos preguntó individualmente a todos cómo nos sentíamos", reconoció Smith. "Hubo mucho dolor, mucha honestidad. Hay hombres adultos derramando sus corazones y eso muestra una vulnerabilidad realmente masiva", aceptó Smith.

"Si eso hubiera sucedido hace algún tiempo, quizás no, pero sé que el entrenador presiona bastante en nuestras reuniones de liderazgo. Creo que realmente nos preocupamos mucho el uno por el otro".

"Estoy realmente orgulloso de los muchachos por mostrar sus emociones como lo hicieron. A veces, ser tan honestos en una situación tan dura es muy difícil de aceptar. Pero todos lo hicimos y probablemente habrá una sensación mucho mejor en el vestuario”, aseguró.

Haber permitido mostrar esa vulnerabilidad fue, reconoció Hansen, clave para sacarles presión a los doloridos jugadores. "Es un gran problema en Nueva Zelanda. Nuestro mayor problema es que no le damos a esas personas que están luchando permiso para decir que están luchando. Ellos piensan que tienen que esconderlo", dijo Hansen, quién también estuvo a punto de derramar lágrimas en la conferencia de prensa a principios de la semana”.

"Nuestro trabajo como padres, como compañeros de trabajo, es apoyar a la gente. Darles ese permiso y luego dejarlos mostrarse vulnerables es la clave, no es diferente en un deporte, en las familias o en el trabajo. Tenemos que hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo", cerró.

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