TOKIO, 31 de octubre – Previa de la final de bronce de la RWC 2019 entre Nueva Zelanda y Gales del próximo viernes a las 18.00 (hora local), en el Tokyo Stadium.

El contexto

Nadie pretende que a dos equipos que perdieron las semifinales, cada uno a su manera, les sea fácil cambiar el chip para jugar el partido que trataban de evitar. Y, sin embargo, hay varios condicionantes que rodean al enfrentamiento por el tercer puesto que lo convierten en una cita obligatoria para los aficionados al rugby.

Para empezar, son dos de los mejores equipos del mundo, en cuyas camisetas rojas y negras descansa buena parte del la historia de este deporte y en las que sendas naciones de rugby depositan su orgullo. Será además, el último partido de Steve Hansen al frente de los All Blacks y de Warren Gatland al frente del Dragón, en la que se espera sea una noche llena de emociones.

El partido también será el punto final para algunas de las leyendas de ambos equipos. Por el lado de los neozelandeses ya puede casi confirmarse el retiro internacional del capitán Kieran Read, Ben Smith, Sonny Bill Williams, Ryan Crotty y Matt Todd. Mientras que del lado galés, otros dos fieles sirvientes de la causa del Dragón, los entrenadores Robin McBryde y Shayn Edwards, también dejarán la selección.

Capítulo aparte para Alun Wyn Jones, quien de la misma forma que toda Nueva Zelanda espera que Read pueda despedirse con una victoria en su partido internacional número 127, tiene a Gales entera deseando que el capitán logre batir a los All Blacks y quebrar una racha negativa de más de sesenta años. El encuentro ya será de por sí especial para el jugador de los Ospreys, debido a que superará a Sergio Parisse como el segundo jugador con más partidos internacionales de la historia alcanzando los 143 test matches (contando sus apariciones con el XV del Dragón y con los British and Irish Lions).

Sobran argumentos para que ambos equipos encuentren la motivación necesaria de cara a este encuentro, los británicos buscan igualar su mejor ubicación en la RWC y poner poner punto y final a las 30 derrotas consecutivas contra Nueva Zelanda, seleccionado al que no vencen desde la última victoria en Arms Park en 1953. No será una tarea sencilla: los All Blacks tienden a levantarse de manera feroz luego de sufrir derrotas, y la derrota contra Inglaterra no fue una cualquiera. En su ánimo de perseguir la tercera copa Webb Ellis consecutiva, Hansen y los suyos recibieron la mayor cura de humildad desde que levantaran el trofeo en 2011.

Sonny Bill Williams, que será titular, afirmó momentos después de la derrota que no quería saber nada de jugar la final de bronce. Diez minutos después cambió de opinión indicando que solo pensaba en aprovechar la posibilidad de volver a saltar al campo de juego. Eso son los All Blacks.

En cuanto al proceso de asimilar que el equipo que ha dominado la última década no jugará la final, ha habido varios momentos para remarcar durante la semana. Detalles de honestidad y emociones a flor de piel como las mostradas por el hooker Dan Coles que dejó escapar algunas lágrimas mientras prometía que usaría la rabia de haber quedado fuera de la carrera por el título, para darlo todo el viernes.

Bajo esa óptica, la lógica dicta que será un partido difícil para un mermado equipo de Gales que ha visto cómo, desde la preparación para la Copa Mundial de Rugby, jugadores en puestos clave acababan en la enfermería (Gareth Ascombe, Liam Williams, Leigh Halfpenny, Talupe Faletau, Josh Navidi). Y, sin embargo, estuvieron a cuatro minutos de llegar a la prórroga con Sudáfrica después de remontar 19 puntos a Francia en cuartos.

“Hemos jugado por encima de nuestro nivel”, afirmó Gatland. “El éxito como entrenador no trata siempre de ganar. Creo que se trata de superar límites y creo que lo hemos conseguido”.

Bajo estas premisas, el partido dejará una muestra más de superación por parte del equipo galés bajo los 12 años de dirección de Gatland, o la victoria 93 en 102 tests de Hansen como responsable máximo de los All Blacks. De una manera u otra, debería ser un regalo para la vista de quienes acudan al encuentro.

Cómo llegan (Ganados/Perdidos/Empatados – Partidos más recientes primero)

Nueva Zelanda: PGGGG
Gales: PGGGG

Frente a frente:

Jugados 34 – Nueva Zelanda 31 G, Gales 3 G

Bajo la lupa

Josh Adams ha sido una de las estrellas del torneo al apoyar seis tries. Con ellos empató a Shane Williams como máximo anotador galés en un RWC y, si lograr hacer dos más ante los hombres de negro conseguiría ubicarse en el escalón que ocupan Jonah Lomu (1999), Bryan Habana (2007) y Julian Savea (2015) entre los máximos anotadores de la historia del torneo.

Hace ocho días Owen Lane se dirigía a su entrenamiento en Cardiff cuando recibió la llamada de su selección y ahora se apresta a debutar en una Copa Mundial ante los All Blacks. Un tren que pasa pocas veces en la vida. Enfrente tendrá a Rieko Ioane, nada menos, quien hace dos temporadas estuvo considerado como el mejor wing del mundo.

Noticias de los equipos 

Gales ha perdido tantos jugadores a lo largo del torneo que el equipo que para este último encuentro ha introducido nueve cambios. Por otro lado, Hansen realizó siete modificaciones aunque de una manera diferente. Mientras que Gales llega, en términos de personal, 'con lo que le queda', el fondo de armario de los neozelandeses les permite alinear a estrellas como el citado Ioane o Ben Smith, quienes acompañarán a Beauden Barrett en el fondo de la cancha.

Estadística y Trivia

Gales promedió 1,6 metros en ataque con la pelota en las manos (182 metros en 114 jugadas) en la semifinal ante Sudáfrica. La cifra más baja registrada por un equipo en un partido de la RWC.

Nueva Zelanda jugará por cuarta vez por el bronce. Le ganó a Escocia en 1991 (13-6), a Francia en 2003 (40-13) y perdió contra Sudáfrica en 1999 (22-18).

Gales busca repetir el tercer puesto obtenido en una RWC, algo que alcanzó en la primera edición del torneo, en 1987, tras vencer a Australia por 22-21.

Nueva Zelanda ha ganado los tres partidos que jugó contra Gales por la RWC. La última vez que se enfrentaron fue en 2003 cuando los de negro se impusieron por 53-37, ante un XV del Dragón dirigido en ese entonces por el mismo Hansen.

En la RWC 1987, en Brisbane, Nueva Zelanda ganó por 49-6, la mayor derrota recibida por Gales en la historia de la RWC.

Declaraciones

“Una de las cosas acerca de este grupo de jugadores es el orgullo que han mostrado vistiendo la camiseta de Gales. Sería fácil para nosotros abandonar y tirar la toalla pero espero de estos jugadores que se levanten y se den cuenta de que tienen la ocasión de conseguir algo especial” – Warren Gatland, entrenador de Gales.

“Se trata de volver a enfocarnos y asegurarnos de que salimos a buscar una actuación de la que no solo nosotros estemos orgullosos sino todos los neozelandeses alrededor del mundo así como todos los aficionados de los All Blacks” - Steve Hansen, entrenador de Nueva Zelanda.

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