TOKIO, 30 de octubre - Dane Coles se secó las lágrimas el miércoles mientras se enfocaba en la emocional semana para los derrotados campeones mundiales, ya que el hooker campeón del mundo llevó algunas buenas noticias para los All Blacks, tras revelar sus planes de continuar siendo parte de la escena internacional la próxima temporada con los de negro.

Será la noche de despedida para los All Blacks cuando se midan por el bronce con Gales en el Tokyo Stadium, con el entrenador Steve Hansen, el capitán Kieran Read y cuatro otros jugadores disputando su último encuentro internacional. Pero el hooker Coles -arriba derecha-, uno de los hombres duros y de gran carácter en el equipo, que consideró retirarse al principio de la temporada por algunas lesiones que lo debilitaron, reveló sus intenciones de continuar jugando para el equipo que ama.

Como Hansen y Read a comienzos de esta semana, Coles se sintió abrumado por las emociones tras la caída en semifinales ante Inglaterra y reflexionó acerca de estar rodeado por su familia en Tokio cuando se sentía tan desanimado.

Cuando aparecieron las lágrimas, el padre de dos necesitó tiempo para recuperarse y dijo a los periodistas: "Ha sido realmente bueno tener a mi familia aquí. Lo más importante para mi son las experiencias de vida. Nunca viajé al exterior hasta que tuve 15 años y mis hijos han podido venir aquí e ir a Disneylandia. Mis padres han venido también, por lo que ha sido bueno. Perdón, no quise llorar".

Las disculpas no fueron necesarias. Coles atravesó muchos desafíos físicos esta temporada. Todo llegó a un punto crítico cuando a principios de año casi deja de jugar tras sufrir otra lesión en una pantorrilla, además de haber tenido que batallar bastante tiempo contra una conmoción cerebral y una rotura de ligamentos cruzados.

Pero mas allá de todos esos sinsabores, estará dándole el adiós a algunos de sus grandes amigos del plantel cuando Read, Ryan Crotty, Ben Smith, Matt Todd y Sonny Bill Williams se unan a él por última vez en el equipo de los All Blacks. El jugador de 32 años, que estará disputando el encuentro como titular, buscará continuar con su gran carrera la próxima temporada.

“Todavía me pellizco porque hubo un par de veces que no creí que pudiera hacerlo (jugar en un Mundial). Me encantaría estar en los All Blacks el próximo año. Me encanta jugar en este equipo. Todavía tengo la ambición de jugar con esta camiseta negra y representar a mi país así que será un deseo fuerte el de trabajar duro el año que viene y regresar al equipo porque lo amo y me preocupo por él”, aseguró.

Será música para los seleccionadores de los All Blacks que todavía buscan poder contar con algunas estrellas con experiencia como la que suman los 68 caps de Coles -arriba al centro-, quien aporta una buena mezcla de lucha y habilidad a su rol como uno de los grandes motivadores del equipo.

El hombre que participó de gran parte de la campaña en el título de 2015 acepta que no será fácil superar la derrota en las semifinales, pero espera que sus compañeros más jóvenes en el equipo comiencen a recuperarse del golpe, arrancando por el partido del viernes contra Gales. "Siempre estará allí, pero es importante la adversidad para aprender de ella”, explicó. "Hay muchos jugadores jóvenes y espero que aprendan mucho de lo sucedido. Es algo (la derrota) que siempre estará dando vueltas. Pero espero que podamos usarla de la manera correcta”.

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