OITA, 20 de octubre – Warren Gatland suele decir que Gales se ha olvidado de cómo perder partidos importantes. Pero, hombre, sí que han estado cerca de volverse a casa, antes de producir su mejor remontada en Rugby World Cup y ganarle a un equipo francés con 14 jugadores, por los cuartos de final.

Ross Moriarty, quien entró desde el banco, recibió una tarjeta amarilla apenas ingresó, pero pasó de villano a héroe tras anotar el try clave con solo seis minutos en el reloj, lo que sentenció la larga resistencia de Les Bleus en Oita Stadium. Fue una lástima que tantos fans hayan dejado sus asientos vacíos para ese entonces, quizás, apurados por vencer al tránsito y llegar a ver el partido de Japón.

Francia jugó la última media hora del partido sin su segunda línea Sebastien Vahaamahina, quien fue expulsado por impactar con su codo la cara del ala rival, Aaron Wainwright, en un acto innecesario de juego sucio.

Al igual que la expulsión sufrida por el capitán de Gales, Sam Warburton, en el partido de estos dos equipos en la semifinal de 2011 en Auckland, con Francia liderando el marcador 19-0, la tarjeta roja probó ser determinante.

"Fue otro ejemplo de cómo nos hemos olvidado de perder”, dijo Gatland, cuyo contrato de 12 años como entrenador parecía estar terminando de la peor manera. “Nuestros jugadores nunca se rinden, continúan peleando para obtener el resultado”.

"Obviamente la tarjeta roja fue muy significativa, pero eso a veces galvaniza a los equipos. Desafortunadamente, de eso se trata el rugby ahora, es el calor del momento y cometió un error. Pero hay veces que esas cosas pasan. Me saco el sombrero frente a Francia, no han tenido suerte”.

"Es irónico que la última vez que nos enfrentamos en una Copa Mundial el resultado haya sido determinado por una tarjeta roja. Estaba nervioso y preparando lo que iba a decir”

"No jugamos tan bien como sabemos hacerlo, pero ahora ya estamos en semifinales. Alun Wyn (Jones) ha dicho que estamos a 240 minutos de lograr algo (memorable) para el resto de nuestras vidas, y ahora estamos a 160”.

Gales va a necesitar una notoria mejora en Yokohama el próximo fin de semana, si quiere vencer a Sudáfrica. Y mucho más si piensan en una hipotética final ante Inglaterra o Nueva Zelanda, quienes jugarán su llave por semifinales tras haber ganado con comodidad sus respectivos partidos.

Aun sin el centro Jonathan Davies, descartado del partido por una lesión en la rodilla, se esperaba que los galeses vencieran a Francia y se tomaran revancha de la dolorosa caída en 2011. Gales sintió la falta de la experiencia y tranquilidad de Davies dentro del campo durante unos primeros 40 minutos de terror para el equipo de Gatland.

El centro Virimi Vakatawa volvió loco a sus rivales, castigando seriamente el mal juego con el pie de Gales. Esta fue Francia en su mejor momento, brillante y quebrando la defensa dos veces en los primeros ocho minutos. Vahaamahima se zambulló desde corta distancia, y luego los insistentes quiebres de Vakatawa finalmente terminaron con el ala Charles Ollivon debajo de los postes.

Gales respondió a los 12 minutos cuando el hooker y capitán Guilhem Guirado perdió la pelota en un feroz tackle y el ala Wainwright se cortó solo y corrió 48 metros para marcar el primer try de su carrera.

Biggar redujo la ventaja a solamente un punto, pero justo cuando Gales comenzaba a verse mejor y jugar controladamente, algo que habían buscado desde el principio del partido, sufrieron otro golpe importante cuando Josh Navidi, su número ocho, debió dejar el campo de juego por lesión.

Moriarty apenas había puesto un pie en la cancha cuando recibió una tarjeta amarilla por un tackle alto sobre el centro Gael Fickou. Francia inmediatamente aprovechó su ventaja y Vakatawa usó el espacio extra para cortarse y marcar un nuevo try.

Francia perdonó a Gales, desesperado por aguantar hasta el final del primer tiempo, cuando el apertura Romain Ntamack, tras un penal, decidió patear a los palos y sumar de a tres puntos en vez de buscar el line out e intentar el try. La pelota pegó en el poste por segunda vez en los primeros 40 minutos. "Fue un momento importante”, dijo Gatland. “Si hubiesen ido por el touch y conseguido éxito, posiblemente hubiese terminado el partido para nosotros”. 

Gales se repuso de una desventaja de 16-0 en París en febrero y terminó venciendo 24-19 para quedarse con el séptimo triunfo en ocho partidos ante Francia. En esa oportunidad, un pase largo muy imprudente de Vahaamahina fue interceptado por George North.

Esta vez Vahaamahina fue culpable de un acto de juego sucio innecesario cuando, ya habiéndolo agarrado del cuello anteriormente, con el codo golpeo a Wainwright en la cara. Es el primer jugador de Francia en haber sido expulsado en una Copa Mundial.

Biggar acertó un penal y puso a Gales a distancia de un try convertido, pero Francia aguantó heoricamente y hasta tuvo chances de marcar puntos.

Justo cuando parecía que no quedaba más tiempo, el medio scrum suplente Tomos Williams robó la pelota que salía de un scrum a unos metros del ingoal francés y Moriarty redimió su tarjeta amarilla con un try.

Biggar convirtió la patada y le dio a Gales la delantera por primera vez en el partido, aunque tuvo que esperar a que los oficiales confirmaran el try que, reclamaban los franceses, había nacido con un pase forward.

"No tengo problemas con la decisión de la tarjeta roja”, dijo el entrenador de Francia, Jacques Brunel, quien se rehusó a discutir sobre su futuro. “Fue un reflejo e hizo contacto”.

"La tarjeta roja sí cambió el partido, pero aún cuando jugamos con 14 jugadores durante la mitad del partido mostramos la calidad que tenemos como equipo. Mostramos mucho coraje y tuvimos oportunidades para anotar”.

 

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