OITA, 20 de octubre – Kyle Sinckler ha pasado de ser un pilar con un temperamento complicado a un modelo a seguir para los jugadores jóvenes, e Inglaterra se beneficia de eso mientras se prepara para enfrentar a Nueva Zelanda en los cuartos de final.

Sinckler anotó un brillante try en la victoria del sábado sobre Australia por 40-16, que llevó a Inglaterra a una semifinal de la RWC tras 12 años. En dicha instancia, enfrentará el próximo sábado a All Blacks, últimos campeones, en Yokohoma.

El try de Sinckler en Oita fue presenciado por su madre Donna, quien lo llevó a su primer club de rugby cuando tenía ocho años para que descargue en el deporte su energía juvenil.

En febrero, cuando Inglaterra perdió ante Gales en las Seis Naciones, Warren Gatland, que trabajó con el pilar en el plantel de los British and Irish Lions que empató en el 2017 con Nueva Zelanda, lo llamó una "bomba del tiempo emocional".

Sin embargo, esos días salvajes han terminado, según Sinckler, gracias al trabajo que ha estado haciendo con un especialista para descubrir por qué se sentía tan enojado y de mal genio, particularmente cuando termina en un partido.

“Mi madre vino a verme, así que estaba contenta (de haber visto el try). La vi entre el público y estaba bastante emocionada”, dijo Sinckler, quien creció en sur de Londres.

“Para mí, fue un viaje tremendamente largo así que fue muy agradable que mi madre estuviera aquí y que pudiera hacerla sentirse orgullosa por ayudar realmente a manejar mi disciplina. Supongo que eso viene con la experiencia”.

“Busqué ayuda para trabajar esas cuestiones a fondo. Cuestiones que me ocurrieron afuera de la cancha durante mi niñez. Una vez que lo comprendí todo mejor, la frustración desapareció. Ahora, puedo simplemente jugar y tratar de ser un ejemplo para mucha gente en casa”.

“Todo es cuestión de fe. Cuando era más chico, fueron muchos los que me decían que era incapaz de hacer muchas cosas y de que no llegaría a nada. Tengo la fortuna de estar rodeado de una familia y unos amigos muy buenos que me apoyaron y me impidieron meterme en líos, y me pusieron en el camino correcto”.

Convirtiéndose en un jugador clave en uno de los mejores equipos del mundo, Sinckler quiere mostrarles a los jóvenes el camino correcto que deben tomar.

“Quiero ser un buen ejemplo de lo que un hombre debe ser”, aseguró. “Ser hombre no es cuestión de enfadarse ni de dejarse llevar por las emociones para que el rival pueda ver cómo te sientes. Se trata de permanecer tranquilo y disciplinado, anteponer siempre al equipo y cumplir con tu tarea. No hay que dejar que el ego asuma el control”.

“Mi objetivo es el de tratar de inspirar a la generación siguiente, como lo hizo el equipo de 2003. Recuerdo seguirlos y ver el drop de Jonny Wilkinson que me hizo querer jugar al rugby. Quería jugar a ese nivel y creo que tenemos una responsabilidad enorme para con nuestras raíces”.

La transformación de Sinckler fue observada desde muy cerca por Joe Marler, su compañero de equipo en Inglaterra y en Harlequins, que se refirió al trabajo que el jugador de 26 años ha hecho para cambiar su actitud en la cancha.

“Él fue increíble, creo que mostró signos de maduración hoy", dijo Marler. “Fue un momento decisivo para él. Hubo en el pasado varios cuestionamientos acerca de su energía emocional, que es de lo que se nutr. “Él admitió que durante el torneo de las Seis Naciones no pudo controlarse pero que ahora puede hacerlo y puede jugar en ese límite”.

“Hablo con él todo lo que puedo, sólo trato de ayudarlo. Es un buen muchacho con un corazón de oro y ama el rugby. Esta noche fue brillante”.

El entrenador de Inglaterra Eddie Jones también elogió al jugador que él llama “baby rhino”. "Se desempeñó muy bien, estamos contentos con eso”, dijo Jones.

"Se encontró en una posición de ataque avanzada (para su try), recibió un gran pase de Owen (Farrell) y luego fue un rinoceronte galopante. Estoy realmente impresionado por lo duro que está trabajando para mejorar su juego".

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