TOKIO, 20 de octubre – ¿Eso fue un pase hacia adelante? ¿Seguro que eso fue un off side? Esos son los debates acalorados que se producen en los bares o en los livings de las casas alrededor del mundo, cuando este tipo de situaciones se producen en los grandes partidos.

Incluso en la era digital moderna, con la llegada de los TMOs y las repeticiones de video, algunos fanáticos encuentran difícil de comprender por qué ciertas decisiones fueron tomadas contras sus equipos.

De los dos, el pase hacia adelante es el más sencillo de explicar. Como dijo el referí inglés Wayne Barnes -foto arriba- que está participando de su cuarta Rugby World Cup y estará a cargo de Japón-Sudáfrica el domingo: “No se trata de la dirección en la que la pelota eventualmente termine, se trata de la dirección en la que está viajando desde que deja las manos. Entonces, cuando un TMO participa, los referees están mirando las manos y la pelota”.

Sin embargo, a pesar de la variedad de ángulos de cámaras disponibles para los referees, la repetición de los videos puede habitualmente ofrecer mensajes contradictorios, lo que a veces hace dificultosa la toma de decisiones.

“A veces el ángulo de una cámara muestra una cosa, y el ángulo de otra muestra algo diferente, pero si está claro para todos que fue un pase hacia adelante, deberíamos estar cobrando eso”, agregó Barnes, de 40 años. “Si hubo alguna duda, nosotros recompensamos al ataque porque no queremos detener el juego, queremos que haya continuidad”.

Tomar decisiones tan importantes requiere que los oficiales del partido trabajen como un equipo muy unido de cuatro integrantes: el árbitro, sus asistentes, y el TMO. Teniendo ese equipo de ojos extra, altamente entrenados, es particularmente crucial para vigilar la regla del off side cuando las infracciones habitualmente ocurren en fracciones de segundos. “Sucede velozmente”, dice el oficial sudafricano Jaco Peyper, de 39 años, que dirigirá su test 50 cuando Gales juegue contra Francia en Oita.

“El referí asistente sabe lo que está buscando, pero hay dos tipos. Uno es cuando un equipo está listo para jugar nuevamente antes de que la defensa esté lista. Esos son probablemente más sencillos porque al no estar habilitados se ve una una línea clara. Y luego están las otras donde los jugadores regresan para quedar habilitados, pero pueden tener un inicio en falso o despegan de la línea porque sienten la presión. Ellos tienen tres jugadores viniendo por lo que tienen que cerrar el espacio. Un poquito más difíciles de juzgar aquellas jugadas”, explicó.

Barnes destaca que los fanáticos en sus casas no siempre se dan cuenta lo disciplinados que son los equipos, en muchos casos porque lo que parece un claro offside en la pantalla de televisión, en realidad es una jugada válida.

“Vos vas y tomas una cerveza con algún local y verás la cantidad de veces que los fanáticos o amigos que me dirán que un jugador está fuera de juego, y yo les digo ‘si aprietas el botón de pausa cuando el N°9 toma la pelota, te sorprenderás de lo disciplinados que son esos equipos ahora’”, aseguró.

“Es todo acerca del timing. La gente no aprecia la disciplina de los equipos, y eso es lo que estamos tratando de hacer. Estamos tratando de asegurarnos de que cuando hagamos sonar nuestro silbato, lo hagamos en forma correcta, y cuando el árbitro asistente llama, él esté seguro de que hay alguien fuera de juego. Y esos momentos exactos (para verlo) son instantáneos”, finalizó.

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