BEPPU, 16 de octubre - Cuando Jonny May dice que le debe todo a sus padres por apuntalar su carrera con Inglaterra, lo dice realmente en serio. La historia podría haber sido muy diferente si hubiera rechazado aquella invitación a cenar en Buenos Aires hace seis años.

El wing, de 29 años, anotó 25 tries, incluido el que marcó ante Argentina en la RWC 2019, y conseguirá su cap 50 contra Australia el sábado en Oita, en los cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby.

Era un principiante sin caps cuando fue seleccionado para la gira de Inglaterra por Argentina, en 2013, año en el que muchos de los mejores jugadores estuvieron ausentes por encontrarse de gira por Australia con los British & Irish Lions. "Siempre recordaré (mi primer cap) porque realmente no fue como lo había imaginado", dijo el wing de Leicester.

"Era el año de los Lions y pensé, 'probablemente voy a conseguir jugar un partido'. Entonces mi mamá y mi papá viajaron pero no fui elegido para el primer partido, luego no fui elegido para el segundo y simplemente sentía... no me sentía avergonzado, pero no me sentía bien porque mis padres estaban allí y parecía que no iba a tener una chance".

Todo cambió cuando Christian Wade fue convocado para los Lions en la mañana del segundo test. Pero aun así, May podría haber perdido su gran oportunidad si hubiera optado por salir a beber la noche anterior en lugar de ir a comer con sus padres. "Debido a que mis padres estaban fuera, salí a cenar con ellos. Todos los jugadores que no estaban entre los 23 salieron esa noche. Así que (después de la convocatoria de Wade) recibí la confirmación", recordó.

"Terminé siendo titular en el partido, y lo que fueron un par de semanas bastante desafiantes, terminó con un muy buen resultado, ya que mis padres pudieron verme jugar y obtuve mi primer cap. Todo salió bien al final", agregó.

La historia es contada con la honestidad que hace de May un miembro muy popular del plantel. Por debajo de su atractivo exterior hay un jugador de clase mundial, cuya preparación mental y física para el rugby es insuperable, y cuyas corridas como un turbo recargado podrían ser claves para la fase eliminatoria.

El entrenador Eddie Jones empuja con fuerza a May porque sabe que el wing lo escuchará, analizará cada desafío que se le presente y responderá de manera positiva. Es por eso que ha sido titular en 48 tests sobre 49 encuentros internacionales. May se enorgullece de haber realizado los cambios necesarios para permanecer en el equipo en un momento en que Inglaterra era bendecida con una gran cantidad de destacados wings, incluidos Anthony Watson, Jack Nowell y Elliot Daly.

"Si miras para atrás, dirías que es un logro increíble, algo de lo que estoy muy orgulloso y espero que haya enorgullecido a mi familia", explicó. "Pero no es el momento de dar un paso atrás. Hay un gran partido para el equipo el fin de semana", aseguró.

"Realmente ha sido un desafío. Tienes que luchar para ser parte del equipo, más allá de todo. Mi mentalidad ha cambiado mucho, especialmente con la llegada de Eddie (Jones). Es una actuación de equipo. Estamos compitiendo para ser lo mejor que podemos ser, no estamos compitiendo entre nosotros”, agregó.

"He cambiado mucho, no solo como jugador de rugby sino también como persona. He madurado. Estoy más enfocado, quizá un poquito más introvertido a medida que fueron pasando los años. No estoy necesariamente en una etapa en la que ahora estoy trabajando más duro, pero estoy trabajando de una manera más inteligente, solo para seguir desarrollándome y mejorando", cerró.

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