TOKIO, 15 de octubre - Japón viene creciendo partido a partido en una camino que lo llevó a estar entre los ocho mejores equipos de la RWC 2019, incluso con cinco jugadores de un plantel de 31 que todavía no tuvieron la chance de sudar la camiseta ni siquiera un segundo.

Sin embargo esto no implica que tengan un papel secundario en los Brave Blossoms, todo lo contrario y los jugadores que están adentro de la cancha pueden atestiguar esto.

El hooker Takuya Kitade, el pilar Yusuke Kizu, el tercera línea Yoshitaka Tokunaga, el medio scrum Kaito Shigeno y el wing Ataata Moeakiola todavía no debutaron pero en el detrás de escena cumplen un rol protagónico dentro de una meticulosa preparación.

Aguatero y mensajero

Tokuanga no ha podido mostrar sus dotes ante la tamaña performance mostrada por jugadores en su puesto como Michael Leitch, Pieter Labuschagne y Hendrik Tui pero sí se convirtió en un pieza importante transmitiendo mensajes adentro de la cancha del entrenador Jamie Joseph. "Haciendo de aguatero es importante contener la adrenalina y ser preciso a la hora de pasar instrucciones que vienen desde el banco. No puedo hablar inglés pero tengo una decente comprensión al escucharlo por lo que puedo entender las indicaciones para los jugadores", confesó el hooker.

A su vez agregó que "todos los miembros del plantel que todavía no jugamos nos sentimos parte apoyando y hasta nos integran para analizar al rival de turno escuchando nuestra opinión. Es alentador escuchar de la boca del capitán Leich y del resto de los muchachos como reconocen nuestro aporte y nos sentimos como lo que somos, un grupo".

Tokuanga, que integró el plantel de Seven de Japón durante los JJ.OO. de Rio de Janeiro 2016, celebró la hazaña más grande en la historia del rugby japonés con más alivio que emoción. "Me limité a transmitir de manera obsesiva las instrucciones que venían del entrenador y no podía enfocarme en el partido, no podía concentrarme en ver lo que estaba pasando. Me relajé cuando terminó, pero honestamente no puedo recordar lo que pasaba por mi mente", contó.

La semana tuvo altibajos en el plano emocional incluso para aquellos que no están con mucha asiduidad en la lista de 23. "Creo que no suma y no ayudo sintiéndome triste o decepcionado, cada semana me esfuerzo para estar en el equipo y me siento útil. No puedo pensar en lo individual, menos si todos nos dicen que nuestro apoyo es fundamental y mi mente se fortalece".

Aquellos jugadores que quedan afuera de la lista de convocados piensan en el rival y hacen de espejo de los equipos que van a enfrentar en cada entrenamiento. De hecho, el pilar titular Keita Inagaki confesó que el rival más duro al que enfrentó en un scrum en toda la RWC 2019 fue a su compañero de equipo, Yusuke Kizu. "Es un halago espectacular lo que dice viniendo de un jugador como él, no pude sumar minutos pero escuchar estas cosas me hacen crecer. Estoy convencido en lo fructífero que es para el equipo cuando competimos por un lugar y los que habitualmente no jugamos, ejercemos toda nuestra presión en cada entrenamiento", indicó Kizu.

Y esta competencia sana pugnando por una chance se genera tanto en los forwards como en los backs, donde obviamente todos quieren estar defendiendo la camiseta de Japón.

"Analizamos los movimientos del rival ya sean sus backs como sus forwards con las formaciones fijas, rucks y mauls. Intentamos hacer una oposición similar a la del equipo a enfrentar", subrayó el tercer medio scrum, Shigeno. "Yukuta Nagare viene mostrando un nivel superlativo en cada partido. Yo realmente quiero jugar y hay una linda competencia en los entrenamientos que nos hace mejorar a todos", enfatizó.

Para finalizar, alertó que "nunca sabés cuándo te puede aparecer la oportunidad, hay que seguir entrenando y estar listo si es que toca".

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