TOKIO, 14 de octubre - Escocia retorna a sus tierras sabiendo que las expectativas que se habían generado en la previa de esta RWC no lograron traducirse en un efecto positivo y pragmático, pensando en la lógica del rugby.

Muchos jugadores habían manifestado que creían poder lograr 'algo especial' y que no estaban en Japón para 'sacar números', que estaban 'para ganarla'.

Lamentablemente esas frases de confianza no atravesaron el presente de un equipo que tuvo un arranque esquivo ante Irlanda y tuvieron luego una semana de autocrítica e introspección.

Los errores de la primer derrota fueron analizados y se reseteó el juego de un equipo que consiguió recuperarse con las victorias ante Samoa y Rusia, manteniendo a ambos rivales controlados con una fortaleza sorprendente en lo mental y en lo físico.   

El parate de tres días, efectivamente, iba a ser todo un planteo en cuanto al plan de juego para enfrentar a un descansado Japón, en un partido que generaba incertidumbre sobre si se iba a disputar por la presencia del Tifón Hagibis.

Pero los Brave Blossoms jugaron un rugby dinámico e intenso que debilitaron las fuerzas escocesas para fallar nuevamente en el intento de salir airoso en un partido de presión máxima.

El entrenador

Gregor Townsend asumió responsabilidades por no haber preparado a su equipo de manera correcta más en lo mental que en lo físico, después de la derrota ante Irlanda donde dijo que "fueron de los mejores entrenamientos que habíamos tenido en la previa".

Teniendo un tácito conocimiento de que eligió mal a la tercera línea, después tuvo sus dividendos en la victoria ante Samoa y manejó las cargas de los jugadores con tres días de descanso entre el partido de Rusia y Japón.

Entre el impacto y la tensión que se generaba por la irrupción del Tifón Hagibis, Escocia pudo tener tan sólo un día de entrenamiento entre el tercer y cuarto partido. Además no pudieron abandonar el hotel un día antes del partido ante los dueños de casa. Algunos pensaban que igualmente eran señales que harían recordar tan sólo un registro de quedar afuera de una fase de grupos en aquel 2011 esquivo.

Townsend insistió después de la derrota ante los anfitriones que "este equipo puede dar mucho más" y que vienen emergiendo jóvenes jugadores con muchas fortalezas. Está convencido de mostrarle a aquellos pensadores escépticos que puede darle al XV del Cardo las herramientas para evitar ciertos altibajos que generan inconsistencia en el juego y resultados no deseados.

Jugador del Partido

Después de haber perdido por lesión al tercera línea Hamish Watson en el primer tiempo ante Irlanda, apareció un salvador llamado Jamie Ritchie, que se sumó al plantel más tarde por una cirugía en un pómulo y le dio un salto de calidad al equipo. El tercera línea de 23 años de edad que jugó contra Samoa y Japón, se brindó de manera vehemente realizando 24 tackles ante Japón siendo un jugador clave que puede llegar a darle mucho a Escocia en el futuro.

Momento memorable fuera del campo de juego

Hubo tres: Gordon Reid  en el museo de música instrumental de Hamamatsu con el tour de force con el entrenador Townsend que se quedó atrás de la misma después de haber cumplido con su tarea. Luego el jefe de prensa tuvo que poner su celular en silencio cuando ya había pedido al resto que lo haga. Finalmente el momento más emotivo se dio con el coro de los chicos de una escuela de Nagasaki, entonando el himno "Flower of Scotland", demostrando todo el calor y la hospitalidad recibida en tierra japonesa.

Momento memorable dentro del campo de juego

Un kick cruzado perfecto de Finn Russell que cayó en los brazos de Sean Maitland para abrir el marcador ante Samoa después de 30 minutos de frustración, sumado a los 80 contra Irlanda, para darle comienzo a la campaña positiva del conjunto europeo. Y la atmósfera extraordinaria vivida en el partido ante Japón antes, durante y después del partido en Yokohama en un espectáculo deportivo digno de ser visto.

¿Y ahora qué?

Greig Laidlaw pudo haber disputado su último test, John Barclay tendría también sus días contados como jugador internacional y hay varios jugadores más que no estarán en la próxima RWC. Jóvenes jugadores como George Horne, Magnus Bradbury, Jamie Ritchie, Scott Cummings, Darcy Graham y Adam Hastings esperan para brillar.

Declaraciones del torneo

"Primero pensé que se llamaba el Tifón Haggis y obviamente que no", dijo Gregor Townsend después de su primer aprendizaje acerca del Super Tifón cinco días antes de enfrentarse contra Japón.

"No es algo que vaya conmigo, pero estuve probando sushi. Vi esas cosas y sólo las puedo describir como albóndigas de carne pero una púrpura y la otra verde. No tenía ni una pista de lo que era. Las probé y no puedo mentir, estaba bastante bien. No fue lo mejor pero estaba bien", dijo el pilar Gordon Reid acerca de la comida japonesa. 

Así le fue

Perdió 27-3 con Irlanda en Yokohama

Derrotó a Samoa 34-0 en Kobe

Derrotó a Rusia 61-0 en Shizuoka

Perdió 28-21 con Japón en Yokohama

Los números de Escocia

153 – El número de metros corridos por el wing Darcy Graham ante Samoa en tan sólo 46 minutos en el campo de juego. Está en el cuarto lugar de jugadores de la fase de grupos que disputaron 80 minutos con mejor marca. 

190 – El número de minutos que estuvo Escocia sin que le marquen puntos, incluyendo los partidos ante Samoa y Rusia, donde terminó con la valla invicta siendo la primera vez desde 1964.

26 – El número de puntos anotados por Adam Hastings, incluyendo dos tries en su primer partido en una RWC, la marca más alta de un jugador en la fase de grupos.

60 – El minuto en la victoria ante Samoa justo después del tercer try, donde el Mánager del equipo, David Edge, se enteró que su mujer Kelly dio a luz a un bebé.

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