KOBE, 7 de octubre – La historia de Kyle Baille, segunda línea de Canadá que será titular contra los Springboks, habla de rebelarse contra su destino como obrero de la construcción y su carrera por escapar al deporte nacional del país de la hoja de arce: el hockey. Cuando salte al campo de juego del Kobe Misaki Stadium, se convertirá en el primer jugador de la provincia más pequeña de Canadá en representar a su selección.

“Estoy bastante ansioso”, afirmó Baille tras ser nombrado en el equipo luego de haberse recuperado de una lesión que sufrió en uno de los últimos entrenamientos antes de comenzar la Copa Mundial de Rugby. “Ha sido una montaña rusa con la lesión y ahora que estoy de vuelta, sólo me importa estar en el campo de juego”, agregó.

Baillie está acostumbrado a crecer desde la adversidad para convertirse el único jugador de rugby internacional que ha dado la isla Príncipe Eduardo en la costa atlántica de Canadá.

Nacido en Summerside, una ciudad de 30.000 habitantes, comenzó practicando hockey como antes lo hizo su padre, hasta los 17 años. Mientras que la pequeña provincia del Este de Canadá, pese a su pequeño tamaño está ampliamente representada en la National Hockey League, el rugby, sin una cancha reglamentaria en toda la isla, se practica apenas en un club y algunos equipos escolares.  

Pero a la edad de 15 años, a la primera pelota que tocó, Baillie ya había decidido que el rugby iba a ser su deporte. Movido por su pasión por la ovalada cruzó todo el país hasta Victoria, en la Columbia Británica. Mientras se ganaba la vida haciendo trabajos de construcción durante dos años, mantuvo vivas sus esperanzas de jugar para la selección nacional.

Su dedicación fue recompensada con su primer cap contra EE.UU., en el 2016. Con 28 caps en su haber, fue una de las piezas fundamentales en el repechaje para clasificar para Japón 2019. Baille disputó todos los partidos de la fase clasificatoria, en los triunfos ante Hong Kong, Alemania y Kenya, para que Canadá mantenga su récord de haber jugado todas las Copas Mundiales.

Con 28 años, su viaje de devoción al rugby continúa tras ser traspasado desde London Scottish a Nueva Orleans donde formará parte de la nueva Major League Rugby, que en la próxima temporada aumentará el número de equipos de nueve a 12.

“Ha pasado mucho tiempo desde que tuve un martillo. Ya no tengo aquellas manos de obrero”, afirmó acerca de su medio de vida al comienzo de su carrera. “El rugby se está volviendo más popular en la costa este, pero no lo era cuando yo era chico. Es competitivo, pero sabía cuando era más pequeño que si quería jugar para la selección tenía que mudarme”, recordó.

“Tuve que mudarme de costa a costa. Los mayores focos en Canadá son Ontario y BC (Columbia Británica) así que si quieres que te vean, tienes que levantar la mano”, indicó.

Su titularidad el martes será la primera de un jugador de la isla Príncipe Eduardo y Baillie tiene asegurado el apoyo desde su casa. Sus antiguos compañeros le bombardean a mensajes mientras que su antiguo profesor de secundaria, que también entrenaba al equipo del colegio, viajó hasta Japón para apoyarlo.

"Será un partido muy físico, ellos son grandes y son capaces de ir al frente”, explicó acerca de los Springboks. “Es algo con lo que tendré que lidiar el martes y estoy esperando ansioso el desafío”, concluyó.

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