KUMAGAYA, 24 de septiembre – Pensar en su aventura en la Rugby World Cup como un legado para su hijo que está por nacer ayuda al número ocho samoano Afaesetiti Amosa a manejar la presión de ser debutante en una RWC.

Su novia Clemence está esperando a un hijo para enero y el hombre de 28 años de edad quiere asegurarse de guardar todos los recuerdos posibles sobre Japón para cuando llegue el momento.

"Desde que estoy aquí llevo un diario en el que escribo, no para mí sino para mi hijo”, dijo. "Simplemente, plasmo día a día las experiencias que suceden y las emociones que crecen continuamente. Escribo todo ahí para que cuando mi hijo crezca pueda usarlo como inspiración. Puedo explicarle lo que he vivido y quizás con eso ayudarlo a crecer como mujer o como hombre, para que pueda convertirse en su mejor versión”.

Todo nació a raíz de una promesa que a los ocho años de edad Amosa le realizó a su padre mientras crecía en Australia; promesa que lo empujó a convertirse en jugador profesional.

"Es un poco loco ver lo joven que era y cómo todavía puedo recordarlo”, rememoró.

"Estaba en el garage, una canción samoana sonaba de fondo, y un partido entre Australia y Nueva Zelanda se veía en la TV. Estaba ahí ayudando a mi padre a buscar unas cajas y le dije: “Papá, quiero jugar para Australia un día, y es una promesa que te hago. Quiero ser un jugador de rugby internacional”.

"Él dijo, 'OK, mantené esa promesa y vemos qué tan lejos puedes llegar'".

Veinte años después, el entrenador de Samoa, Steve Jackson, lo invitó a hacer su debut internacional ante Tonga, en Apia, el 27 de julio.

"Estaba lleno de emociones. Llamé a mi papá y a mi mamá y les dije 'lo logré'. Una vez que dije eso, mi mamá se quedó callada y mi papá también, y luego de 30 segundos de silencio, pude escuchar la voz quebrada de mi padre quien estaba a punto de llorar”, contó Amosa.

"No lo logré para Australia, pero sí voy a hacerlo para Samoa”.

El 7 de agosto, Samoa jugó frente a los Wallabies en Australia y los padres de Amosa pudieron ver a su hijo -que actualmente vive en Francia- por primera vez en ocho años.

"Puedo decir que haber abrazado a mi padre luego del partido es el momento destacado de mi carrera en el rugby. Mi objetivo ahora es que mi familia se sienta orgullosa de mí y poder generar momentos para luego contarle a mis hijos”.

Samoa, actualmente en la posición 16 del ranking de World Rugby, enfrentará a Rusia, Escocia, Japón e Irlanda en el Grupo A, y esperan alcanzar los cuartos de final en una Copa Mundial por primera vez desde 1995.

El plantel presenta 23 jugadores que harán su debut en RWC y Amosa cree que legado samoano ha hecho fácil que el grupo se convirtiera rápidamente en un equipo, más allá de que muchos de ellos hayan crecido en diferentes países.

"Yo nací en Nueva Zelanda, luego pasé toda mi vida en Australia y ahora estoy viviendo en Francia desde hace casi ocho años, pero nada a cambiado en cómo trato a las personas”, aseguró Amosa, quien juega para Union Bordeaux Begles en el Top 14 francés.

"Si ves un samoano o una persona del pacífico que te necesita, siempre estás dispuesto a ayudar. Luego, cuando juegas en un equipo, no es solamente eso, sino una hermanad, una familia”.

"No importa quién -staff, jugadores- cada persona que ingresa al equipo se vuelve parte de la familia y no hay nada que pueda romper una familia”.

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