OKINAWA, 24 de septiembre – El hooker de los EE.UU, Joe Taufete'e comenzó su carrera deportiva soñando con jugar a fútbol americano en los San Francisco 49ers hasta que una lesión de rodilla lo alejó de uno de los deportes más seguidos en el norte de américa.

El jugador, sin embargo, se rehízo y ahora se prepara para disputar su segunda Copa Mundial de Rugby y ganar su cap número 24 con la camiseta de las Águilas.  

Del fútbol americano, a hooker, tuvo una transición sencilla desde el puesto de ‘long snapper’, el jugador que pasa el balón hacia atrás para que otro lo despeje o patee a las haches. “Tenía que ser rápido y veloz porque la defensa empuja desde el otro lado. Así fue cómo aprendí a lanzar. Si nosotros no completábamos un primer down teníamos que pasar por más de diez yardas. Así fue como hice la transición a lanzador en rugby”, explicó.

Con 22 años y sin experiencia internacional recibió la sorprendente llamada para integrar el plantel de EE.UU. para el mundial de 2015. En 2016, tras un paso por San Diego Breakers, fue contratado por Worcester Warriors donde conoció al ahora entrenador de EE.UU., Gary Gold.

Taufete’e, que nació en la Samoa Americana y se crió en California, llevará el nombre de su suegro en su corazón cuando salte al Kobe Misaki Stadium para enfrentar el jueves a Inglaterra. Su mujer Noeleen y su familia jugó un papel clave en su paso al rugby

La carrera del jugador tuvo el apoyo de su suegro, al que llamaba Papa Siolo y que murió a comienzos de año. Para honrarlo, se tatuó su nombre en un antebrazo.

 

Supo del fallecimiento al regresar de la temporada de Premiership. “Me destrozó escuchar esa noticia”, indicó. “Volver a casa tras la temporada fue triste. Ahora, al llegar a esta competición, comienzo a sentirme un poco mejor pero esos días fueron duros”, añadió.

Taufete’e se casó con Noeleen hace cuatro años pero conoce a su familia política desde hace nueve.

“Siempre me apoyó en el rugby y sabía a qué hora regresaba a casa tras una gira. Siempre me decía qué había hecho bien y qué había hecho mal. Fue como un padre para mí, diciéndome que veía mis partidos. Regresar a casa y sentir eso de mi suegro era increíble”, explicó. “Está en mis pensamientos y mi corazón, especialmente en esta competición”, añadió.

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