El seleccionado chileno de rugby está en Hong Kong con enormes ilusiones. Buscará terminar la semana como el equipo que en 2020 juegue como equipo fijo la HSBC World Rugby Sevens Series 2020.

Semifinalistas en las dos últimas temporadas, vencedores de Nueva Zelanda, Argentina y Francia, y con un empate ante Sudáfrica en recientes torneos internacionales, las expectativas en su país y en el seno del equipo son enormes.

En Hong Kong, el coach Edmundo Olfos tiene dos pares de hermanos que buscan este objetivo.

“La elección de hermanos se ha dado con mucha naturalidad. Tenemos la posibilidad de tener buenas condiciones deportivas, talento y compromiso hacia el rugby y este grupo,” dice respecto a la particularidad de que en su plantel están los hermanos Francisco y Pablo Metuaze y Francisco y Felipe Neira. Para este compromiso, solo uno de dos hermanos Verschae, Pedro Pablo, viajó a Asia.

“Aportan justamente al grupo esa hermandad, pero en el otro lado de la balanza están las peleas que pueden ser súper simples para dos hermanos, pero muy fuertes para el resto. Cuando se pelean entre ellos, nosotros los dejamos porque así somos los hermanos… ¡sabemos que hay mucho amor detrás!”

“La unión termina siendo, en todo grupo, más fuerte que la individualidad.”

Lo más complejo es cuando un hermano no queda en la nómina, como en el caso de los Verschae. “El jugador tiene que tener madurez, humildad y entereza y tener confianza en el grupo y su líder,” sentencia Longa Olfos, el experimentado coach de Chile 7s, que jugó con un primo hermano, Jaime, en los seleccionados de seven.

Juntos

Los hermanos Metuaze comenzaron a jugar juntos al rugby aunque ya no juegan en el mismo club. Francisco, el menor, por pocos meses, así lo explica: “Comenzamos con Pablo en el colegio y en Viña Rugby, pero a los quince años me cambié de club al Sporting y recién volvimos a jugar juntos en los seleccionados.”

A los 30 años, empleado de una comercializadora de alimentos propiedad de la familia de su compañero Ignacio Silva, gracias a sus comprensivos jefes puede llevar adelante los compromisos del rugby Sevens. “Entrenamos antes y después de trabajar,” explica.

“Jugar con mi hermano es un orgullo y una alegría. Poca gente tiene la suerte de hacerlo. Lo disfrutamos cada momento.”

“En 2011 falleció nuestro padre Héctor, que había jugado poco rugby en la universidad. Desde entonces, jugar juntos y compartir cancha y emociones hace que nos unamos más. Somos un grupo súper unido, pero la sensación de tener un hermano como compañero es único.”

Se da una situación especial que haya tres parejas de hermanos en el proceso. “Los Verschae son de Viña y somos de familias cercanas, los Neira también son súper amigos. Se da un grado de confianza que haya tantos hermanos.”

Comunicación y objetivo

“Tenemos una forma especial de comunicarnos. Otros lo verían como raro pero es parte de nuestra forma de ser.”

En ese sentido, “Pablo es hablador y yo más callado. Cada uno se entiende… de chicos nos peleábamos pero ahora no. Somos de la misma generación, salimos juntos, tenemos los mismos amigos.”

Significaría mucho para su familia, sus amigos y el rugby de su país, si Chile finalmente puede dar ese paso y ser el mejor en Hong Kong y conseguir el pase al circuito de la próxima temporada.

Francisco, medioscrum en el seven, dice: “Sabemos la circunstancia en la que estamos. Si clasificamos al circuito tengo pensado alejarme un año del trabajo, entendiendo que estamos en la recta final. Hay que ir viendo minuto a minuto y ante los proyectos que vienen – es un objetivo que venimos buscando.” Tanto lo vienen buscando que será la quinta visita de Francisco a Hong Koong.

“No vinimos para ver cómo nos va, vinimos a ganar. Hay equipos muy buenos como Irlanda o Alemania pero estamos súper confiados.”