Cuando la Asamblea Anual de Sudamérica Rugby aprobó por unanimidad la inclusión de Bolivia como su quinceavo país miembro, en el país mediterráneo la creciente comunidad de unos 700 jugadores celebró. 

Bolivia debutará internacionalmente en una competencia oficial del 27 al 29 de este mes en los Juegos Sudamericanos que se jugarán en Cochabamba.

Con catorce clubes, 39 equipos y rugby masculino, femenino, juvenil e infantil, el ingreso a la asociación regional le abre un futuro aún mas promisorio ya que accederá a mayores oportunidades de educación y se insertará en un calendario de competencia regional en las próximas temporadas.

“Veníamos buscando hace mucho tiempo ser miembros SAR, participar de torneos internacionales y que nuestros jugadores puedan así elevar la vara,” cuenta Gonzalo Mancilla Caliento, presidente de la Federación Boliviana de Rugby. 

“Ya recibíamos apoyo sin ser miembro pero ahora tendremos mucha mas responsabilidad de generar entrenadores y educadores, con cursos oficiales.”

Acceso a la financiación

La afiliación ayudará a conseguir financiamiento local para un deporte que lentamente se está haciendo conocido. Todos los fines de semana hay actividad en las seis ciudades que tienen rugby.

“Por el momento tenemos financiamiento mínimo del Comité Olímpico Boliviano específico para los Juegos Sudamericanos y estamos terminando la documentación para el Ministerio del Deporte, por lo que nos ayudan algunos pocos sponsors y el esfuerzo de los jugadores,” cuenta el oriundo de Yacuiba, presidente desde 2015 de la Federación fundada en 2009.

“Mientras mas ruido hagamos, mas cosas podremos solicitar en las empresas.”

Conoció el rugby en su ciudad, fronteriza con Argentina, a los 14 años y lo practicó durante unos cuatro meses hasta que el balón utilizado se pinchó. “Hasta ahí duró nuestra emoción…”

Ya de adulto, comenzó a jugarlo Cochabamba en 2008, un mes después de que empezara el Universitario Rugby Club, donde fue capitán. Al regresar a su ciudad fundó en 2011 el Yacuiba RC.

“En la actualidad organizamos torneos regionales por la dificultad que hay de ir de una ciudad a la otra,” cuenta Mancilla Caliento. Cochabamba juega con La Paz (una distancia de 400 kilómetros por carretera), Santa Cruz tiene competencia interna al ser cuatro clubes, mientras que Tarija y Yacuiba juegan entre ellos.

Si bien no son largas las distancias, la topografía hace que sean viajes de muchas horas.

Este año comenzó a disputarse un torneo nacional en dos grupos, que finalizará la última semana de octubre.

El seven

Además, se juegan torneos de seven masculinos y femeninos de donde surgieron los dos seleccionados que debutarán en el Estadio Colcapiruha, que al finalizar los Juegos quedará para compartir entre el rugby y el fútbol.

La primera capitana será Romina Montellano Ibarra, una tarijana de 25 años, que llegó al rugby “por una amiga y desde el primer entrenamiento nunca abandoné.”

“Hacía ballet clásico y si bien parecen actividades muy distintas, hay puntos de encuentro ya que ambas exigen estado físico, dedicación y tiempo. Mi pasado en el baile me sirvió mucho,” cuenta la medioscrum.

“Lo que mas me gusta del rugby son los valores - siempre buscamos identificarnos con el deporte y con el club como una familia, mas allá del apoyo en la cancha. Se hacen amistades fuertes.”

Si bien todavía se ve al ruby como un deporte desconocido, el ingreso a los colegios es el paso hacia un futuro mejor. También ayudará jugar en los Juegos Sudamericanos. 

“Se me eriza la piel con solo pensarlo. Lo que nos está pasando es muy grande por el esfuerzo en nuestra preparación, casi todo ha sido a costo del jugador mas allá de que la Federación hace todo lo posible para ayudar.”

“Espero que los Juegos atraigan interés en el rugby; es la primera vez que hay una selección boliviana lo que debería ser un orgullo para todo el país.

Un sueño

Montellano Ibarra tiene un sueño: “Que mi hijo pueda jugar rugby, ya que es un deporte que incluye, que no discrimina. A Bolivia le sirve unirse, y buscar crecer. El rugby es una herramienta para ello.”

Por el lado de los varones, el capitán del primer seleccionado boliviano será Marcos Labezzo. Si bien nació en Argentina, aprendió el rugby en Santa Cruz de la Sierra donde su padre fundó uno de los clubes de la ciudad. 

“Hoy el rugby está creciendo, aunque debemos seguir fomentándolo. Tener los Juegos Odesur y que el rugby sea olímpico ayudan mucho,” explica el ingeniero petrolero de 31 años.

“Jugar en Cochabamba ayudará a que los jóvenes conozcan el deporte, que vean que es lindo. Se han hecho talleres y debemos generar mas conciencia sobre los valores del rugby.”

Con respecto a los objetivos deportivos, Labezzo sabe que “ganar es el objetivo principal pero lo primordial es hacer bien las cosas.”

El futuro

Para finalizar, Mancilla Caliento sabe que el futuro es promisorio.

“Al futuro lo veo con mucho trabajo; estamos organizando mas como federación, con mas gente. Tenemos una reunión nacional en Cochabamba aprovechando los Juegos donde plantearemos lo que queremos hacer. Ahora tenemos exigencias que nos han venido de golpe así que necesitamos mas gente trabajando.”

“Deportivamente hemos proyectado el 2018 y parte del 2019 y sé que vamos a tener mas jugadores y mas torneos internos, que es lo que le da fuerza a este crecimiento.”