El regreso a Montevideo fue con mucha alegría, pero el claro entendimiento de que nada tendrá sentido si no se aseguran el lugar en Rugby World Cup 2019 este fin de semana en el Estadio Charrúa.

“Solo ganamos el primer tiempo del partido,” dice Juan Manuel Gaminara, el dinámico ala que capitanea a Los Teros.

Con el lugar de Americas 2 en el Grupo D en juego, y citas con Australia, Gales, Georgia y Fiji para el ganador de la serie con Canadá, pareciera que Uruguay está en una posición de privilegio después de ganar 38 a 29 en el BC Place el sábado pasado.

Los Teros nunca estuvieron en una posición tan cómoda para un partido que podría determinar el pasaje a su cuarta Rugby World Cup. Aún así, saben que Canadá dejará la vida en la revancha.

“El objetivo para la semana es no pensar en la diferencia de puntos. Debemos seguir confiando en el trabajo ya hecho pero respetando a Canadá que cuando se largó a jugar fue difícil y en diez minutos nos hizo 14 puntos.”

Gaminara, conocido por todos como Garrafa, debutó para Uruguay en el fallido repechaje final para RWC 2011 contra Rumania.

“Rumania era durísimo y la preparación de hoy si la comparamos con la de entonces es otra cosa en cuanto a lo que tenía el jugador como estructura, el proceso. Cuando clasificamos a RWC 2015 contra Rusia, el Centro Charrúa (de Alto Rendimiento) estaba empezando. Hoy las cosas son muy diferentes, tenemos doce jugadores que estuvieron en el proceso que llevó al Mundial 2015.”

Un poco de historia

Para su primer viaje a Rugby World Cup en 1999, Uruguay debió derrotar a Portugal en casa y de visitante antes de la serie repechage final con Marruecos primero en Montevideo y luego en Casablanca. El triunfo en casa por 18 a 3 les dio un colchón de puntos para la revancha. A pesar de la derrota 21 a 18 se pudo festejar la primera clasificación mundialista.
En 2002, el formato para América hacía que dos naciones clasificaran de un torneo de cuatro equipos. Tras perder los primeros tres encuentros como visitante, Uruguay ganó los tres en Montevideo ante Canadá, Estados Unidos y Chile, en una gran actuación, para junto a los canadienses, sacar pasaje a Australia 2003.

Quedarse afuera de los siguientes dos mundiales en las series finales con Portugal (2007) y Rumania (2010) hizo la clasificación a Inglaterra mucha más dulce.

La primera etapa en Krasnoyarsk fue una celebrada derrota por 21 a 22, lo que significaba que en casa solo se necesitaba ganar. El 36 a 27 en el Charrúa en noviembre de 2014 generó una enorme ola de emoción entre los casi 14 mil espectadores que casi llenaron el estadio.

A llenar el Charrúa

Los organizadores esperan aún más gente, si bien el partido se juega en el medio del verano y las playas locales son muy convocantes.

“Esperemos llenar el Charrúa ya que el apoyo del público es muy importante,” dice el contador que trabaja en la banca privada. “Por suerte mis jefes son gente de rugby y les encanta que juegue para Uruguay.” El rugby profesional en Uruguay es hoy una utopía.

“Hemos estado enfocados en este momento hace tres años y desde que le ganamos a Chile el año pasado, pensando en la serie con Canadá.”

Las razones del triunfo en Vancouver son, en los ojos del ala que jugará su partido número 49 con Los Teros, la ejecución.

“Fuimos letales en el sistema de ataque cada vez que entramos a su cancha. Los primeros 20 son importantes para acomodarse y arrancar 7 a 0 te da tranquilidad. Pero Canadá se vino encima así que no nos podemos descuidar.”

“Fue un lindo partido de rugby, integral, el juez ayudó. Ganó el que más puntos hizo cuando tuvo las oportunidades.”

Del frío de Vancouver a temperaturas cercanas a los 30 grados, los desafíos son enormes para ambos equipos.

Será matar o morir, pero el premio en juego bien vale la pena.