Women’s Rugby World Cup 2017 jugó un importante rol en lo que fue un fantástico año para el deporte femenino en general, rompiendo todo tipo de records dentro y fuera del campo de juego, y llevando el rugby femenino a un nuevo nivel.

Más que anteriores ediciones, Ireland 2017 se llevó los aplausos de todos, mas allá de donde habitualmente llega el rugby. Se destruyeron los records de espectadores y en las redes sociales, aparecieron nuevas estrellas y nuevamente, el nivel de juego de los mejores equipos y jugadoras creció.

Un poco mas de 1.500 puntos se  anotaron en los 30 partidos jugados, con un promedio de mas de ocho tries por encuentro, culminando en una gran final entre las Black Ferns y las defensoras del título, Inglaterra.

Se transmitieron los partidos en vivo en el primetime del sábado en el Reino Unido, y el encuentro final, con entradas agotadas en el Kingspan Stadium de Belfast atrajo una audiencia pico de 2,65 millones tan solo en ITV1, con muchos mas espectadores viendo el encuentro que tuvo once tries desde distintos puntos del mundo.

Portia Woodman fue quien mas tries apoyó en el torneo - 13 de los 49 de su equipo, incluyendo ocho en el triunfo por 121-0 ante las debutantes de Hong Kong. Fue luego elegida como la World Rugby Women’s Player of the Year, minutos antes de que las Black Ferns se llevaran el Team of the Year – primer equipo femenino en llevarse ese honor en los 17 años de historia de los World Rugby Awards.

Si bien neozelandeses e inglesas fueron quienes dominaron durante todo el torneo, hubo otras que descollaron, como quedó evidente al analizar el Dream Team del torneo, que tuvo seis diferentes nacionalidades representadas, incluyendo la medioscrum japonesa Moe Tsukui, que a los 17 años fue además la jugadora mas joven del torneo.

VIEJAS GLORIAS

Nueva Zelanda, Inglaterra y Francia terminaron primeras en sus grupos mientras que las ex campeonas del mundo, Estados Unidos, llegaron por primera vez en 19 años a semifinales gracias a finalizar como el mejor segundo equipo.

Con enormes talentos como Cheta Emba y Naya Tapper complicando las defensas y Sara Parsons rompiendo el centro del campo, las Women’s Eagles dieron a creer que las viejas glorias serían restauradas.

En la semifinal, tuvieron un muy buen primer tiempo en el que lucharon a destajo con las neozelandesas, yéndose al descanso tan solo ocho puntos abajo. Las Black Ferns mostraron su poder de daño y con Woodman apoyando cuatro veces - uno candidato a IRPA Try of the Year 2017 - el resultado final fue claro: 45-12

La otra semifinal fue entre habituales rivales del Seis Naciones, donde Inglaterra le negó a Francia su primer final en siete intentos. Les Bleues compitieron durante una hora hasta que la pilar inglesa Sarah Bern rompió el equilibrio. Fueron dos tries convertidos y dos penales de Emily Scarratt para un trabajoso 20-3 final. 

Entonces, por cuarta vez en la historia del torneo, Inglaterra y Nueva Zelanda se enfrentaron en la final de una Women’s Rugby World Cup final. Las inglesas se llevaron el primer tiempo por 17 a 5 gracias a un try penal y un try de Lydia Thompson. Pero el segundo tiempo fue todo negro y el triunfo final fue por 41-32. Woodman, ni la también velocista Selica Winiata fueron las estrellas del encuentro; fue la pilar Toka Natua, que apoyó tres tries para darle a su capitana la despedida perfecta con su cuarto cetro mundial.

France terminó en tercer lugar al derrotar a Estados Unidos 31 a 23 en un atractivo encuentro por el bronce, en el que la veterana capitana Gaelle Mignot participó con un try.

Fue sin dudas, la mejor WRWC de todas y será difícil superarla!