WARWICK, 8 de octubre - Ya sea luego de la fase de grupos o de los cuartos de final o, incluso, de rondas subsiguientes, lo que es seguro es que Eddie Jones dejará el cargo como entrenador de Japón después de la Copa Mundial de Rugby 2015 para irse al Súper Rugby a dirigir a los Stormers. Sin embargo, cuando acabe contrato en Ciudad del Cabo o deje cualquier otro compromiso futuro, Jones está dispuesto a volver a Japón.

“Siempre consideraría una vuelta”, dijo Jones en una entrevista exclusiva con Rugby News Service. “El rugby de Japón ha sido gran parte de mi vida. Mi madre es japonesa, mi mujer es japonesa. He establecido lazos fuertes con una serie de equipos en Japón. En definitiva, ser entrenador de Japón ha sido uno de los períodos más agradables de mi carrera, por lo que siempre consideraría volver. Pero quiero hacer un par de otras cosas. Siempre he querido entrenar en Sudáfrica, me gustaría entrenar en Francia si tuviera la oportunidad. Son cosas que quiero hacer”.

A la francesa

Jones, que se supone que tiene un contrato arreglado con los Stormers por tres años, no descartó volver a tiempo para la RWC 2019, para la que Japón es sede, "si pensara que influiría en algo y si pudiera ayudar a Japón a ganar”, pero dijo que mucho habría que cambiar en el rugby japonés para que se produzca un retorno.

“He entrenado en Inglaterra y no tengo ningún deseo de volver. Francia me parece uno de esos países en los que los entrenadores extranjeros no suelen tener mucho éxito. Solo quieren hacer las cosas a la francesa, por lo que me gusta la posibilidad ir a cambiar aquello. Estoy en una fase de mi carrera en la que solo quiero hacer proyectos que me llenen. Esa es la realidad, y quiero ganar. Solo quiero entrenar en sitios donde creo que pueda marcar diferencias. Llevo cuatro años con Japón en los que quiero creer que he marcado diferencias”.

Jones se ha ganado una reputación en Inglaterra como uno de los cerebros más importantes del deporte tras llevar a Japón a triunfos sobre Sudáfrica y Samoa, posicionando a los Brave Blossoms para conseguir su primer pase a cuartos de una RWC.

En esta Copa Mundial de Rugby, Jones había fijado dos metas para Japón: pasar de ronda y ser el equipo del torneo. Está a punto de lograr lo primero y, siendo Japón el segundo equipo de casi todos los fans, se podría decir que ha conseguido lo segundo con creces.

Victoria para marcar la pauta

Según Jones, la victoria sobre los Springboks en Brighton, la primera de Japón en la RWC en 24 años, marcó la pauta para la campaña: era justamente el estímulo que precisaba antes de ser sede para el evento dentro de cuatro años.

“El partido más importante era el de Sudáfrica, porque de ahí sacaríamos nuestra credibilidad. He estado con grandes equipos en Copas Mundiales de Rugby y sé cómo piensan. Sudáfrica es un equipo de semifinales, por lo menos, por lo que buscan encontrar su pico a mediados de octubre, no a principios de septiembre. Si agarras a aquellos equipos desprevenidos y les das algo sobre lo que pensar temprano en el partido, tienes posibilidades de ganarlo. Fue todo lo que pretendí hacer: situarnos bien para la victoria y resulta que éramos lo suficientemente buenos como para lograrla”.

“El hecho de que 25 millones de personas en Japón hayan mirado un partido de rugby (Samoa-Japón) es inaudito, porque el rugby no es deporte con mucho alcance. En un país amante del rugby sería comprensible, pero en uno donde no hay tradición, ha creado algo de movimiento”.

Etapa difícil

Pero ahora viene lo más duro, dice. Por muy impresionante que haya sido Japón en la RWC 2015, no podrán superar o igualar este resultado en 2019 por la actitud que existe hacia el rugby en el país, el cual, según Jones, sencillamente no produce la calidad necesaria. La actual camada de jugadores es “única”, la “más talentosa que haya tenido Japón nunca, o por mucho tiempo”.

“Si Japón quiere progresar desde donde se encuentra, no lo va a conseguir con lo que está haciendo ahora y por eso he tomado la decisión de renunciar”, dijo. “Porque si piensas que Japón puede alcanzar la semifinal en 2019 con el sistema actual, estás loco porque no va a suceder”.

“Siendo realistas, ¿dónde nos hallamos? Probablemente somos el noveno, décimo o undécimo equipo en el mundo, pero el salto a los ocho primeros es muy grande. Incluso pasar del séptimo al sexto es un paso de gigantes, porque significa ser capaz de ganarle seguido a equipos como Gales y Japón no tiene el talento para hacerlo. ¿Cuántos segundas líneas de dos metros hay en Japón que sean realmente duros? Ninguno. Por muy prometedor que resulte todo esto, hay que adoptar cierto realismo para entender que, si Japón desea mejorar, las cosas deben cambiar”.

Si Jones lleva a Japón a cuartos, le espera una posible contienda muy apetecible con sus viejos conocidos, los Wallabies, en Twickenham el 18 de octubre.

“Si llega a pasar, lo vamos a pasar muy bien. Simplemente vamos a disfrutar”, dijo Jones. “No tendremos nada que perder. Si alcanzamos esa instancia no vamos a dejar nada en el tintero. Vamos a intentarlo. Lucharemos por cada pelota. Así es como debemos hacerlo. Es uno de los mejores equipos del mundo pero ¿quién sabe qué puede pasar en un día dado?”

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