NEWPORT, 27 de septiembre – De los 620 jugadores de la Rugby World Cup 2015 el centro de Georgia Davit Kacharava es el único que juega en la Professional Rugby League de Rusia.

El rugby tuvo una complicada historia en Rusia bajo el régimen de la extinta Unión Soviética. Fue prohibido por el georgiano de nacimiento, Joseph Stalin en 1949, para volver a ser permitida su práctica una década después. La liga nacional se fundó a mitad de la década de los 60 y la competencia internacional de su selección creció a mitad de los 70. Tras la Perestroika el rugby encontró arraigo en las frías llanuras de Sibera donde se ubica el club para el que juega Kacharava, el Yenisey STM Krasnoyarsk.

“En Krasnoyarsk hay dos equipos, mi club el Yenisey STM y también el Krasny Yar. Son los dos mejores equipos del país y se reparten los campeonatos cada año. Cuando jugamos el derbi llegamos a convocar a 10.000 espectadores, que pueden no parecer muchos, pero para Rusia es un buen número. En otras partes puede haber sólo unos cientos de espectadores”, explicó Kacharava.

Llegó a Rusia en 2008 luego de que un amigo, jugador del Yenisey, le dijera que el equipo buscaba backs con talento. Jugó una temporada allí para probar después en el rugby francés. Jugó tres temporadas en Niza en la tercera división (Federale 1) y una temporada con Stade Rodez Aveyron.

Pese a que la vida en la soleada Niza agradaba a Kacharava y su familia, el centro aspiraba a dar el salto a Pro D2 o Top 14 pero la oportunidad no se dio y el Yenisey puso todo para que regresara a Siberia.  

“El rugby está muy bien financiado aquí. Cuando regresé a Rusia en 2013 nuestro rival Krasny Yar tenía cinco jugadores neozelandeses. Ahora hay tonganos y sudafricanos también porque se paga bien. El nivel del rugby no es muy alto, similar al de los mejores clubes que en Federal 1, pero se puede ganar más dinero en Rusia que en el Super Rugby. Los jugadores en Rusia estamos bien pagados”, abundó el jugador georgiano.

El campeonato ruso tiene lugar en los meses de verano. Comienza en abril y termina en otoño, cuando el frío comienza y hace imposible la práctica del rugby.

Nuevos desafíos

Kacharava, de 30 años, tiene contrato en vigor con Yenisey hasta 2016 y este año el club clasificó para disputar la Challenge Cup, la segunda competición europea de clubes. Una vez que el equipo nacional no logró llegar a la RWC 2015, disputar la Challenge Cup será importante para el rugby ruso.

“No es bueno para los sponsors y patrocinadores del rugby en Rusia que no haya competencias internacionales y que la selección no llegara a la Copa Mundial de Rugby fue una gran decepción. Que el Yenisey clasificara para la Challenge Cup trajo un nuevo desafío e interés por nuestro deporte. Jugaremos contra Connacht, Brive y Newcastle Flacons por lo que será una gran oportunidad para nosotros y el rugby ruso en general”, explicó el centro internacional.  

Mientras el rugby georgiano es conocido por la fortaleza de sus forwards y su juego cerrado, Kacharava explica que en su país de adopción el estilo de juego es más abierto: “ellos no son tan fuertes en los rucks y mauls pero técnica y físicamente son muy dotados y juegan un rugby atractivo. Es menos estático, un poco más rápido y más abierto, similar al fútbol en cierta manera. En el club tenemos 12 jugadores de la selección así que es como jugar con la base del equipo ruso”.

El pasado viernes Kacharava logró su cap número 85 ante Argentina igualando al ex capitán Irakli Abuseridze en la segunda posición de jugadores que más veces vistieron la camiseta de los Lelos. Ahora, espera seguir en el equipo de la RWC 2019. Georgia clasificará automáticamente si logra terminaren tercera posición de su grupo: “85 partidos pasan muy rápido. Si vencemos a Namibia en el último partido podremos clasificar para Japón 2019 y si consigo mantenerme en forma y sano, me gustaría estar allí también”, aventuró.

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