Nika Amashukeli es una de los seis árbitros seleccionados para Rugby World Cup 2023 que usaron el World Rugby U20 Championship 2019 en Argentina como trampolín hacia la cima.

El georgiano es el único referí de aquel grupo; James Doleman (Nueva Zelanda), Craig Evans (Gales), Andrea Piardi (Italia) y Christophe Ridley (Inglaterra) irán a Francia como árbitros asistentes y Brian MacNeice (Irlanda) será TMO.

Pasar de debut en el Championship M20 a su primera Rugby World Cup en el lapso de cuatro años, con solo 28 años, dice mucho de la alta  consideración al árbitro con sede en Tbilisi, tomando un año perdido por el COVID-19.

Comenzó su viaje como referí internacional en el test Montenegro v Estonia en 2015, en Bar. Amashukeli acababa de graduarse en las filas del Rugby Europe Championship, y tenía solo cuatro tests, cuando fue a Argentina para el último World Rugby U20 Championship en 2019.

Fue una gran curva de aprendizaje, dice, vital para ayudarlo a llegar a donde está hoy, a punto de cumplir su sueño de participar en una Rugby World Cup.

“Tenía 24 años y venía de la liga georgiana, así que para mí todo era nuevo”, dice Amashukeli, mientras disfruta de un tiempo de inactividad en su hogar en la capital georgiana con su esposa y su pequeña hija Nitsa.

“Los árbitros del Top 14, la Premiership, el Super Rugby, tienen la ventaja de operar en un entorno de alto rendimiento semana tras semana y conocen el rugby de élite dentro y fuera del campo. Por eso, el Championship y el Trophy son claves en el desarrollo de oficiales de países del siguiente nivel.

“El Championship es un torneo realmente increíble en todos los aspectos porque la calidad del rugby que juegan los jóvenes es asombrosa, están bien entrenados,  bien preparados físicamente, atacan el espacio, corren mucho, son apasionados y emocionales. Te da todos los ingredientes necesarios."

“Es lo mismo para los referís. Son jóvenes ambiciosos, que se están desempeñando muy bien en sus ligas nacionales y quieren avanzar. Fue un torneo increíble, el último antes del COVID-19."

“Si miras los referís de ese torneo, teníamos un equipo fuerte. Seis irán a RWC, algo enorme que muestra la importancia y el valor del Championship, no solo para los jugadores, muchos ahora son superestrellas de sus equipos nacionales, sino también para los referís”.

Encrucijada

Agradable y trabajador, habla con fluidez tres idiomas (georgiano, inglés y ruso) y “un poco de francés”, Amashukeli ahora es visto como uno de los mejores en su profesión.

Recuerda haber recibido una llamada de atención en Argentina, algo que le permitió darse cuenta de su indudable potencial.

“Cuando subrayo lo que me dio el M20, no son solo habilidades, también fue una época bastante filosófica”, admite.

“Descubrí lo disciplinados que son los referís de élite de World Rugby y lo mucho que trabajan en su compostura, sus modales... Hay que saber comportarse, si todo el mundo va por la izquierda, tú no puedes ir por la derecha."

“Son cuatro semanas, partidos bastante difíciles, pero muy divertidos, y tienes que ser parte del grupo, ser positivo y tienes que jugar bien."

“Después de dos rondas de juegos, recuerdo preguntarme, '¿estás listo para esto, para trabajar en tantos detalles y matices?', porque me di cuenta de cuánto se requería para ser un referí superior en un ambiente de World Rugby."

“Mi buen amigo y referí favorito, Christophe Ridley, que será referí asistente en Rugby World Cup, fue una referencia para mí: cómo se presentó en el campo, cómo manejó el proceso de TMO, cómo formuló decisiones... Pensé, este tipo es como un libro."

“Todos mis compañeros me dieron elementos para aprender."

“Me di cuenta de cuánto más necesitaba trabajar en mí mismo para crecer y cuánta dedicación se necesita para convertirme en un referí de primer nivel. Necesitaba ese empujón”.

Una vez que el rugby internacional regresó después de la pandemia, Amashukeli usó lo aprendido en Argentina para ascender aún más en los círculos arbitrales.

En 2022, se convirtió en el primer georgiano en dirigir en el Seis Naciones y el Rugby Championship y ahora tiene 16 tests dirigidos.

“Me dio muchas herramientas en términos de comunicación con los jugadores, los procesos con el TMO, y también me dio una mirada muy cercana a cómo se evaluan los partidos y cómo lidias con la presión”, dice, enfatizando aún más el valor del Championship en su desarrollo.

“Obviamente, no es una exposición tan alta en términos de redes sociales, pero estás en un entorno en el que World Rugby analiza tu rendimiento, los selectores observan lo que haces y viven juntos, por lo que cada juego está bajo un microscopio y hay bastante presión."

“Me dio mucha experiencia tratar con los mejores, lo que ven ellos como momentos clave de un partido, su foco, cómo lidiar con las decisiones 50:50 y las áreas grises”.

Llamada telefónica

Con su crecimiento, Amashukeli creía que podría estar en el marco para oficiar en Rugby World Cup 2023. Después de tres ansiosos días de espera, finalmente llegó la llamada.

“El primer Seis Naciones fue importante para mí y para mi país, el primer Rugby Championship, la Copa de Campeones... La duda respecto a RWC es si sería como asistente o como referí; cuando me enteré que sería referí me sorprendió”, dice.

“Joël Jutge (Gerente de Referís de XV de Alto Rendimiento de World Rugby) me llamó un sábado por la mañana y bromeaba ‘sobre tu selección, todavía no estamos seguros’, dijo.

“Pero luego me dio la bienvenida a Rugby World Cup como referí y me emocioné."

“Había estado mirando el teléfono durante 24 horas y esperé el llamado durante tres o cuatro días. Tomó años pero fueron los tres días más largos."

“Sabía que se reunirían en Dubái para la selección el 4 de mayo y recibí la llamada el 7, a las 11 de la mañana. Le dije a mi esposa, abramos una botella de vino. Creo que las celebraciones continuaron hasta la medianoche”.

Amashukeli, que jugó como juvenil para Georgia, alguna vez soñó con ser jugador en Rugby World Cup.

Una sucesión de lesiones lo llevó a colgar las botas temprano y tomar el silbato en su lugar.

Entonces, ser seleccionado en el panel de árbitros de Rugby World Cup 2023 fue uno de esos momentos especiales que merecían una celebración larga y dura.

“No puedo describir lo que significa, significa todo para mí”, dice Amashukeli.

“Al principio quería ir como jugador. Solía bromear que iría como aguatero si ellos quisieran."

“2015 fue la Rugby World Cup más exitosa para Georgia, pero fue 2011 lo que me afectó tanto. Estaba jugando para Georgia M17 en ese momento y vimos los partidos todos juntos y fue muy especial."

“Incluso ahora, si veo los highlights en YouTube, se me pone la piel de gallina, e incluso suelto alguna lágrima. Tenía tantas ganas de ir a una Rugby World Cup, en cualquier papel. Cuando me cambié al arbitraje me fue muy bien y ahora estoy aquí”.

Lo que hace que la selección de Amashukeli sea aún más especial es que hará su debut en el torneo junto a Wayne Barnes, quien arbitró el primer partido de rugby que vio Amashukeli y estará en su quinta Rugby World Cup, un récord.

La estrecha derrota de Georgia por 14-10 ante Irlanda en Rugby World Cup 2007 inspiró a Amashukeli a cambiar el fútbol por el rugby; la importancia de aparecer junto a uno de sus héroes no se le escapa.

“Es una historia muy simbólica para mí, porque ese primer juego que vi, Barnesy fue el árbitro. Y 13 años después, hicimos un partido juntos en la Autumn Nations Cup, Escocia vs Francia, y ahora estaremos juntos en la  Rugby World Cup. Es increíble, realmente lo es."

“Ha sido un gran referente, con más de 100 tests y una quinta Rugby World Cup; me siento realmente privilegiado de estar con él y los otros oficiales allí en Francia. De verdad estoy esperando por eso."