Salale recibió una tarjeta roja por una infracción a la Ley 9.13 (tackle peligroso) durante el partido entre Samoa y Australia por la fase de grupos (Grupo A) de la RWC Femenina 2025, disputado en el Salford Community Stadium el 23 de agosto de 2025.

El Comité de Revisión de Juego Sucio (FPRC) se reunió el 24 de agosto y propuso originalmente una sanción de tres partidos, reducida a dos tras la finalización exitosa de la Intervención de Entrenamiento. Conforme al alcance del nuevo proceso de sanciones fuera de cancha, la jugadora no aceptó la sanción y, en consecuencia, el caso fue remitido a un Comité Disciplinario para una audiencia presencial completa.

El Comité Disciplinario estuvo presidido por Philippe Cavalieros (Francia), acompañado por el exjugador internacional Leon Lloyd (Inglaterra) y el exárbitro internacional Donal Courtney (Irlanda), quienes se reunieron el 25 de agosto de 2025 para evaluar la tarjeta roja.

El Comité analizó todas las pruebas, incluidas las presentaciones realizadas en nombre de la jugadora y de World Rugby, y decidió que la tarjeta roja debía mantenerse. Consideró además si existía alguna circunstancia atenuante que justificara reducir la sanción a tarjeta amarilla, concluyendo que no era el caso.

En consecuencia, el Comité Disciplinario ratificó la tarjeta roja e impuso la sanción original del FPRC: suspensión de tres partidos (reducida a dos si se completa con éxito la Intervención de Entrenamiento).

Según el Proceso Disciplinario Fuera de Cancha de World Rugby, no existe derecho de apelación contra la decisión de un Comité Disciplinario cuando este actúa como órgano de apelación, tal como ocurrió en este caso.